Hace unos años atrás, el socialismo (autodenominado progresismo) vernáculo, daba pelea en la Ciudad de Buenos Aires por la creación de una zona roja, entendiéndola por aquella en la que se permite la práctica libre del comercio sexual. Y una de las características que impulsaban esta lucha, era la reacción de la población en general a la mezcla de apariencias femeninas y actitudes masculinas, personificadas por un nuevo género, según los diccionarios progresistas: los travestis.
Esta lucha culminó con la cesión, desde la caída del sol hasta su nueva aparición al día siguiente, del parque conocido como “El Rosedal” a las legiones de meretrices y similares, a cambio de evitar su deambulado por los barrios porteños. Lo que los ciudadanos comunes y corrientes no nos dimos cuenta, es que de alguna manera lograron quedarse también con el Congreso nacional y la Legislatura porteña.
Es cierto que no lo veremos al diputado Lorenzo (Borocotó) sobre tacos altos y maquillado, pero esa imagen sería mejor que la del travestismo político que parece deberemos ahora acostumbrarnos. Claro que lo de Lorenzo, es consecuencia de una actitud de toda la sociedad, en la que apenas se escuchó algún murmullo por la distribución de fondos públicos de parte del gobierno nacional, desde mucho antes de las elecciones, vía planes de a decenas de miles a amigos del gobierno, la anulación de la actividad legislativa durante el 2005, la sustitución de la Corte por desacuerdo con el contenido de los fallos, multiplicación de los decretos de necesidad y urgencia y la simulación del control al poder ejecutivo por parte de la mujer del ministro con más caja, entre otra docenas de atropellos a la república.
No es menos cierto que ante la explicita demostración de “menefreguismo” constitucional, y de cooperación por parte de las corporaciones dirigenciales con el ejecutivo hegemónico, no es mucho se puede hacer hasta la siguiente elección. Pero cuando esta llegó, un tercio de los argentinos votó por la dictadura kirchnerista.
Borocotó, Maria Rico, los nueve diputados provinciales del duhaldismo y tantos otros a quienes ni vale la pena darles prensa mencionándolos, contribuyeron a que la ciudadanía tomara conciencia de lo que luego de asumidos, hacen con total libertad.
En las elecciones del 2003, a 24 horas de asumidos, los diputados Arguello y Ritondo que habían ingresado por Compromiso para el Cambio, se pasaron al peronismo. El segundo está pensando en volver. Sólo por mencionar algún caso concreto. La única diferencia con el médico, es que habían asumido y no me parece que sea muy sustancial.
En la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, el recién electo vicepresidente segundo, por el kirchnerismo, Miguel “Pancho” Talento, se fue de esa agrupación, junto con Helio Rebot y el Chango Farias Gómez (ambos ingresados por macrismo en 2003 y pasados a las filas oficiales hace apenas algunos meses) y Elvio Vitale. Según Rebot, una de las causales es que le sacaron la presidencia de una comisión que el quería mantener (Asuntos Constitucionales).
En ese cuerpo, tan sólo el 40% de los legisladores, terminó en 2005 en el mismo bloque en el que estaba en diciembre de 2003, cuando hubo renovación total del cuerpo. Y el Congreso nacional, no fue mucho más prolijo. Sólo la dependencia de muchos diputados respecto de sus respectivos gobernadores, ha evitado esta libre migración de almas, de una bancada a otra.
Segundas partes
Pero en esta última semana, hemos visto que las segundas partes no siempre son más aburridas y en términos de “ser” argentino, hasta son mejores.
Primero vimos como en una del todo cuestionable votación, los diputados negaban el acceso de un diputado electo en el principal distrito del país, quien encabezaba la lista y era la única figura destacada de la misma. O sea, no iba escondido en un clásico bonaerense, como el “tren fantasma”. No importa si uno simpatiza o no con el Sr. Patti (aclaro, que yo no comparto sus ideas), pero si la Cámara de Diputados de la Nación fuese un lugar donde las mejores mentes y las personas de mayor ética se reunieran, aún así, no tendrían la potestad de ser alzada del voto popular. O mejor dicho, si esa fuera la calidad del Congreso, seguramente no lo habrían siquiera pensado. Pero llevados del hocico, por un ex montonero, quien está libre exclusivamente por un indulto presidencial, lo que demuestra a las claras, que por haber sido condenado carece de la identidad que tanto reclama para el cuerpo, salvo 8 diputados, el resto intentó ocultar sus propias miserias, apuntándole a Patti.
Aún así, del kirchnerismo lo podemos esperar, ya que jamás ninguno de ellos mostró ni mencionó tener el menor reparo por las instituciones, la república, los derechos individuales ni la democracia real. Del socialismo nacional (ARI incluido), no podemos esperar otra cosa, cuando, todo lo que huela a uniforme, es motivo de ataque salvo que sepa subir a un banquito. Pero que los diputados del PRO hayan avalado semejante avasallamiento de las instituciones republicanas, sin importar las justificaciones que en tono doctoral quiera darnos el presidente de ese bloque, me parece que estamos perdiendo el rumbo. No importa si la persona en cuestión es el duhaldista Patti, el comunista Zamora o la socialista Carrió. Si no hay un juicio que surja por denuncias luego de las elecciones (si fuera anterior a estas, se debió haber impugnado su presentación y eventualmente, la lista), no hay motivo para que la discrecionalidad corporativa del Congreso, atente contra la expresión de los ciudadanos que decidieron votar. Salvo que queramos llegar a los niveles de participaron ciudadana como los que mostró Venezuela el pasado domingo, con una abstención cercana al 80%.
Pro en particular y los legisladores en general, deberán hacer un importante esfuerzo para que la gente vuelva a creerles. No en diez años, sino en 2007.
Pero también tuvimos a los denunciadores profesionales, mostrando con quien están cuando hay que hacer en vez de hablar. Hace dos semanas, el ARI decidió no participar de la acusación al suspendido Jefe de Gobierno de la Ciudad, al no proponer a ninguno de sus miembros, como fiscal. De esa manera se acercó al oficialismo porteño y al nacional. No olvidemos que la Secretaria de Educación (Perazza) es la mujer del presidente del bloque arista en la legislatura. Pero ahora, cuando les tocó demostrar que era el famoso “Contrato moral”, decidieron apoyar al oficialismo en la lucha por que su nueva adquisición pudiera asumir. Aún cuando sabían que si votaban en contra, Borocotó no podría hacerlo y ahora el oficialismo cuenta con seis meses para lograr evitar el bochorno de “echar” al saltador. O de ser necesario, tendrán tiempo para buscarle una salida honorable, de manera que pueda renunciar a su banca y partir hacia algún destino prestigioso en Ginebra (¿será la Organización Mundial de la Salud, su destino?), de forma que la revisión en la comisión de Acuerdos sea en abstracto y permita así, terminar con la limpieza del ex comisario.
Terceras partes
Cuando todo parecía que se tranquilizaba, el canciller nos aviso que llegaba “Bochorno III - El regreso”. Culebrón taquillero como pocos, Bielsa fue su actor principal. Cuando le “pidieron” que dejara los oropeles de la Cancillería por el fragor del Congreso, le prometieron que no sería uno más e incluso, se habló de la posibilidad de convertirlo en el presidente de la Cámara. Pero como el hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras, el canciller pecó. Sus amigos periodistas comenzaron a nombrarlo como posible candidato presidencial en 2007 y a su nueva eventual posición, su trampolín. Y Kirchner reaccionó, dando a publicidad su preferencia por Balestrini para aquel puesto.
A partir de allí, su pelea fue por la presidencia de la comisión de Relaciones Exteriores, mientras algunos de los diputados que también buscaban esa poltrona, comenzaban a probarse el traje de canciller. Finalmente, cuando los dados ya estaban en la mesa y el kirchnerismo había obtenido un escaso tercer puesto en la ciudad, le avisaron al pobre canciller que la presidencia de esa comisión no estaba disponible para él. Así, con la visión de ser un simple recién llegado, comenzó a buscar nuevos rumbos. Como el Jefe de Gabinete pretende que ingrese una de sus colaboradoras, la quinta candidata (María Lenz), comenzó a orquestar la primera baja. Ya había intentado convencer a Mercedes Marcó del Pont de hacerse cargo del Banco Nación, pero se le frustró.
El rechazo del presidente francés Chirac de pasar por la Argentina, era una excelente excusa para crear un lugar razonable, donde el canciller pudiera recalar y así dejar libre un lugar de la lista. Se anunció su partida hacia el país galo. Pero en otro desatino de “el Alberto”, nadie midió ni la reacción de la opinión pública de esta decisión, ni la del propio canciller, que decidió cortarse sólo y dejó a sus “camaradas” de ruta, con el paso cambiado. Ahora le quieren cobrar y mandaron al ex duhaldista Díaz Bancalari a decir que la renuncia mediática tiene el mismo valor que la escrita. Y algunos intérpretes a sueldo de la ley, como Sabsay, salieron a apoyar esta posición. El pobre canciller (hasta el sábado), está a un paso de volver al llano. Y con el ofrecimiento a Morgado de la dirección del canal oficial, la Sra. Lenz, será diputada.
Ha llegado el momento de ampliar las zonas rojas. O quizás haya que encontrar cuales no la son.
Diciembre 17 de 2005.-
Esta lucha culminó con la cesión, desde la caída del sol hasta su nueva aparición al día siguiente, del parque conocido como “El Rosedal” a las legiones de meretrices y similares, a cambio de evitar su deambulado por los barrios porteños. Lo que los ciudadanos comunes y corrientes no nos dimos cuenta, es que de alguna manera lograron quedarse también con el Congreso nacional y la Legislatura porteña.
Es cierto que no lo veremos al diputado Lorenzo (Borocotó) sobre tacos altos y maquillado, pero esa imagen sería mejor que la del travestismo político que parece deberemos ahora acostumbrarnos. Claro que lo de Lorenzo, es consecuencia de una actitud de toda la sociedad, en la que apenas se escuchó algún murmullo por la distribución de fondos públicos de parte del gobierno nacional, desde mucho antes de las elecciones, vía planes de a decenas de miles a amigos del gobierno, la anulación de la actividad legislativa durante el 2005, la sustitución de la Corte por desacuerdo con el contenido de los fallos, multiplicación de los decretos de necesidad y urgencia y la simulación del control al poder ejecutivo por parte de la mujer del ministro con más caja, entre otra docenas de atropellos a la república.
No es menos cierto que ante la explicita demostración de “menefreguismo” constitucional, y de cooperación por parte de las corporaciones dirigenciales con el ejecutivo hegemónico, no es mucho se puede hacer hasta la siguiente elección. Pero cuando esta llegó, un tercio de los argentinos votó por la dictadura kirchnerista.
Borocotó, Maria Rico, los nueve diputados provinciales del duhaldismo y tantos otros a quienes ni vale la pena darles prensa mencionándolos, contribuyeron a que la ciudadanía tomara conciencia de lo que luego de asumidos, hacen con total libertad.
En las elecciones del 2003, a 24 horas de asumidos, los diputados Arguello y Ritondo que habían ingresado por Compromiso para el Cambio, se pasaron al peronismo. El segundo está pensando en volver. Sólo por mencionar algún caso concreto. La única diferencia con el médico, es que habían asumido y no me parece que sea muy sustancial.
En la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, el recién electo vicepresidente segundo, por el kirchnerismo, Miguel “Pancho” Talento, se fue de esa agrupación, junto con Helio Rebot y el Chango Farias Gómez (ambos ingresados por macrismo en 2003 y pasados a las filas oficiales hace apenas algunos meses) y Elvio Vitale. Según Rebot, una de las causales es que le sacaron la presidencia de una comisión que el quería mantener (Asuntos Constitucionales).
En ese cuerpo, tan sólo el 40% de los legisladores, terminó en 2005 en el mismo bloque en el que estaba en diciembre de 2003, cuando hubo renovación total del cuerpo. Y el Congreso nacional, no fue mucho más prolijo. Sólo la dependencia de muchos diputados respecto de sus respectivos gobernadores, ha evitado esta libre migración de almas, de una bancada a otra.
Segundas partes
Pero en esta última semana, hemos visto que las segundas partes no siempre son más aburridas y en términos de “ser” argentino, hasta son mejores.
Primero vimos como en una del todo cuestionable votación, los diputados negaban el acceso de un diputado electo en el principal distrito del país, quien encabezaba la lista y era la única figura destacada de la misma. O sea, no iba escondido en un clásico bonaerense, como el “tren fantasma”. No importa si uno simpatiza o no con el Sr. Patti (aclaro, que yo no comparto sus ideas), pero si la Cámara de Diputados de la Nación fuese un lugar donde las mejores mentes y las personas de mayor ética se reunieran, aún así, no tendrían la potestad de ser alzada del voto popular. O mejor dicho, si esa fuera la calidad del Congreso, seguramente no lo habrían siquiera pensado. Pero llevados del hocico, por un ex montonero, quien está libre exclusivamente por un indulto presidencial, lo que demuestra a las claras, que por haber sido condenado carece de la identidad que tanto reclama para el cuerpo, salvo 8 diputados, el resto intentó ocultar sus propias miserias, apuntándole a Patti.
Aún así, del kirchnerismo lo podemos esperar, ya que jamás ninguno de ellos mostró ni mencionó tener el menor reparo por las instituciones, la república, los derechos individuales ni la democracia real. Del socialismo nacional (ARI incluido), no podemos esperar otra cosa, cuando, todo lo que huela a uniforme, es motivo de ataque salvo que sepa subir a un banquito. Pero que los diputados del PRO hayan avalado semejante avasallamiento de las instituciones republicanas, sin importar las justificaciones que en tono doctoral quiera darnos el presidente de ese bloque, me parece que estamos perdiendo el rumbo. No importa si la persona en cuestión es el duhaldista Patti, el comunista Zamora o la socialista Carrió. Si no hay un juicio que surja por denuncias luego de las elecciones (si fuera anterior a estas, se debió haber impugnado su presentación y eventualmente, la lista), no hay motivo para que la discrecionalidad corporativa del Congreso, atente contra la expresión de los ciudadanos que decidieron votar. Salvo que queramos llegar a los niveles de participaron ciudadana como los que mostró Venezuela el pasado domingo, con una abstención cercana al 80%.
Pro en particular y los legisladores en general, deberán hacer un importante esfuerzo para que la gente vuelva a creerles. No en diez años, sino en 2007.
Pero también tuvimos a los denunciadores profesionales, mostrando con quien están cuando hay que hacer en vez de hablar. Hace dos semanas, el ARI decidió no participar de la acusación al suspendido Jefe de Gobierno de la Ciudad, al no proponer a ninguno de sus miembros, como fiscal. De esa manera se acercó al oficialismo porteño y al nacional. No olvidemos que la Secretaria de Educación (Perazza) es la mujer del presidente del bloque arista en la legislatura. Pero ahora, cuando les tocó demostrar que era el famoso “Contrato moral”, decidieron apoyar al oficialismo en la lucha por que su nueva adquisición pudiera asumir. Aún cuando sabían que si votaban en contra, Borocotó no podría hacerlo y ahora el oficialismo cuenta con seis meses para lograr evitar el bochorno de “echar” al saltador. O de ser necesario, tendrán tiempo para buscarle una salida honorable, de manera que pueda renunciar a su banca y partir hacia algún destino prestigioso en Ginebra (¿será la Organización Mundial de la Salud, su destino?), de forma que la revisión en la comisión de Acuerdos sea en abstracto y permita así, terminar con la limpieza del ex comisario.
Terceras partes
Cuando todo parecía que se tranquilizaba, el canciller nos aviso que llegaba “Bochorno III - El regreso”. Culebrón taquillero como pocos, Bielsa fue su actor principal. Cuando le “pidieron” que dejara los oropeles de la Cancillería por el fragor del Congreso, le prometieron que no sería uno más e incluso, se habló de la posibilidad de convertirlo en el presidente de la Cámara. Pero como el hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras, el canciller pecó. Sus amigos periodistas comenzaron a nombrarlo como posible candidato presidencial en 2007 y a su nueva eventual posición, su trampolín. Y Kirchner reaccionó, dando a publicidad su preferencia por Balestrini para aquel puesto.
A partir de allí, su pelea fue por la presidencia de la comisión de Relaciones Exteriores, mientras algunos de los diputados que también buscaban esa poltrona, comenzaban a probarse el traje de canciller. Finalmente, cuando los dados ya estaban en la mesa y el kirchnerismo había obtenido un escaso tercer puesto en la ciudad, le avisaron al pobre canciller que la presidencia de esa comisión no estaba disponible para él. Así, con la visión de ser un simple recién llegado, comenzó a buscar nuevos rumbos. Como el Jefe de Gabinete pretende que ingrese una de sus colaboradoras, la quinta candidata (María Lenz), comenzó a orquestar la primera baja. Ya había intentado convencer a Mercedes Marcó del Pont de hacerse cargo del Banco Nación, pero se le frustró.
El rechazo del presidente francés Chirac de pasar por la Argentina, era una excelente excusa para crear un lugar razonable, donde el canciller pudiera recalar y así dejar libre un lugar de la lista. Se anunció su partida hacia el país galo. Pero en otro desatino de “el Alberto”, nadie midió ni la reacción de la opinión pública de esta decisión, ni la del propio canciller, que decidió cortarse sólo y dejó a sus “camaradas” de ruta, con el paso cambiado. Ahora le quieren cobrar y mandaron al ex duhaldista Díaz Bancalari a decir que la renuncia mediática tiene el mismo valor que la escrita. Y algunos intérpretes a sueldo de la ley, como Sabsay, salieron a apoyar esta posición. El pobre canciller (hasta el sábado), está a un paso de volver al llano. Y con el ofrecimiento a Morgado de la dirección del canal oficial, la Sra. Lenz, será diputada.
Ha llegado el momento de ampliar las zonas rojas. O quizás haya que encontrar cuales no la son.
Diciembre 17 de 2005.-
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