El pasado 03 de Junio, antes de la medianoche, ya todos creímos que el resultado era final. Mauricio Macri (en adelante, Mauricio), se había convertido en el sucesor de Telerman, en la Ciudad (no)Autónoma de Buenos Aires. Pero nos “equivocamos”.
Para quienes bastardean de manera constante las instituciones, incluyendo a la Constitución Nacional, el cumplimiento ineludible de los porcentajes requeridos para acceder al cargo en disputa, no se habían dado. Como si el haber duplicado el porcentaje del más inmediato adversario no fuera suficiente para que éste reconozca la voz de los porteños. O dicho de otra manera, Mauricio saco más votos que Telerman y Filmus juntos. Por muchísimo menos, otros ballotage no se han realizado. Incluidos no sólo el que deberían haber protagonizado Ibarra y Cavallo, con 12 puntos a favor de aquel, sino el más reciente entre Menem y Kirchner, donde el que se bajo fue el ganador. Es que la ley da el marco pero es la política la que prima al decidir continuar con la lucha.
En aquellas oportunidades, fue bienvenida la renuncia. Ahora parece que no es posible.
Una visión equivocada
Según el Jefe de Gabinete, los porteños nos equivocamos al votar. Por suerte tenemos como think tank a los pingüinos, para mostrarnos el camino. El problema (para ellos) es que el camino que ellos pueden mostrarnos no es ni por aproximación, el que queremos recorrer. Ya en el 2003, los votos para K en esta Ciudad, fue de poco más del19%, entrando terceros luego de Recrear y el ARI. E Ibarra, con la complicidad del recién asumido K, revirtió a pura moneda, una primera vuelta ganada por el mismo que venció hace horas.
En 2005, el entonces canciller Bielsa obtuvo un magro 17%, con lo que podemos colegir que en el mejor de casos, Filmus logró perforar el techo del 20%, para los muchachos K. Pero no mucho más. Y obviamente, salvo milagros como el del 2003, con ese porcentaje no se accede a nada. Peor aun, cuando leyéndolo a la inversa tres de cada cuatro porteños votaron en contra del pingüinaje, sin importar si se habla de ciudadanos de derecha o de izquierda.
Ahora dicen que van a perforar al electorado enarbolando las carpetas que supieron construir. Eufemismo para avisar que se vienen por el degüello del vencedor del domingo. A galope de la campaña sucia. Y de muchos fondos públicos para cooptar voluntades “volubles”. Ibarra ya disfrutó de esta ventaja, pero sólo tenia que descontar 3 puntos. Imaginemos los montos que estarán dispuestos a gastar para descontar 22.
Hacia el 24
Como primer punto es muy importante que ni a Mauricio ni a Gabriela se los involucre ni se dejen involucrar en esa campaña.
Pero no es cuestión que los depredadores de la Argentina, se lleven puesto el triunfo que entre todos hemos logrado producir.
Uno de cada dos porteños que votó, lo hizo por el cambio, por la oportunidad de nuestros hijos de vivir mejor, con respeto hacia las leyes, sin delincuencia, con hospitales y escuelas públicas que funcionen. Es decir, con lo que nos merecemos por pagar nuestros impuestos y dejar en manos del estado la administración de dichos servicios.
Uno de cada dos porteños, tiene entonces que “tomar el toro por las astas” y defender el resultado del pasado domingo.
Y esa defensa tiene varios puntos.
El primero, es que debemos preservar a los candidatos. Finalmente, ellos se encuentran en esa posición porque así lo quisimos nosotros. Se debe continuar con las propuestas sin la agresión. Es que a los NyC (nacidos y criados) en esta ciudad, no nos sentimos identificados por esa versión patagónica (ni ninguna otra) de Benito Mussolini.
En segundo lugar, debemos ser los ciudadanos de a pie quienes contestemos las bravuconadas. En privado y en público. Demostrar no sólo que no nos equivocamos, sino que lo hicimos por convicción. No por el pancho y la coca. Y desde ya, asegurarnos de estar el 24 en el cuarto oscuro, repitiendo el voto.
Finalmente, debemos alentar al otro 50% a pensar seriamente sobre la conveniencia de ser gobernados por una marioneta del presidente. Por alguien, que dijo en su discurso post escrutinio, no seria posible encontrarlo en fotos con acompañantes inconvenientes cuando todos ya habíamos recordado aquella con el ex intendente Grosso.
Debemos convencer a quienes votaron por el kirchnerato, no ya para ganar, hecho que es inmodificable. Sino para hacerlo no sólo matemáticamente, sino políticamente. No sólo se debe asegurar la llegada de Mauricio a la Jefatura de Gobierno, sino aprovechar la soberbia del Kandidato que al presentarse nuevamente, nos da la oportunidad de defenestrar con el voto a sus padres putativos.
No alcanza con saber que su mayor caudal de votos vino del ineficiente y complaciente Ibarra, que no tiene problema en querer volver a la política, luego de haber sido el responsable político de Cromagnon.
No alcanza con saber que el jefe directo del candidato, Alberto Fernández, no sólo fue menemista y cavalista, sino que en este último caso, compartió fórmula con quien luego no pudo asumir por reivindicar al ex presidente de facto Videla. Aunque ahora se hace el defensor de Derechos Humanos y progresista (progreso propio).
Tampoco es relevante saber que el Secretario de Educación al momento del escándalo de la Escuela Shopping, era ni más ni menos que el propio Filmus.
Ni siquiera es importante saber que ninguno de los “Sancho” que el kirchnerismo intenta colocar en NUESTRA Ciudad, jamás trabajó en el sector privado, pero quieren regularlo e intervenirlo como si entendieran su funcionamiento.
Lo único que importa saber, es que ha llegado la hora de darle a los porteños una oportunidad. Y de ninguna manera podemos dejar que unos pocos vivillos nos vean como un botín a conquistar. Un distrito a colonizar. Una oportunidad para sus negociados.
Defendamos nuestro futuro. Votemos con memoria completa. Que las urnas estallen de ciudadanía. De porteñidad.
Que el sentido común nos acompañe o que nuestros hijos nos lo demanden.
Junio 06, 2007.-
Para quienes bastardean de manera constante las instituciones, incluyendo a la Constitución Nacional, el cumplimiento ineludible de los porcentajes requeridos para acceder al cargo en disputa, no se habían dado. Como si el haber duplicado el porcentaje del más inmediato adversario no fuera suficiente para que éste reconozca la voz de los porteños. O dicho de otra manera, Mauricio saco más votos que Telerman y Filmus juntos. Por muchísimo menos, otros ballotage no se han realizado. Incluidos no sólo el que deberían haber protagonizado Ibarra y Cavallo, con 12 puntos a favor de aquel, sino el más reciente entre Menem y Kirchner, donde el que se bajo fue el ganador. Es que la ley da el marco pero es la política la que prima al decidir continuar con la lucha.
En aquellas oportunidades, fue bienvenida la renuncia. Ahora parece que no es posible.
Una visión equivocada
Según el Jefe de Gabinete, los porteños nos equivocamos al votar. Por suerte tenemos como think tank a los pingüinos, para mostrarnos el camino. El problema (para ellos) es que el camino que ellos pueden mostrarnos no es ni por aproximación, el que queremos recorrer. Ya en el 2003, los votos para K en esta Ciudad, fue de poco más del19%, entrando terceros luego de Recrear y el ARI. E Ibarra, con la complicidad del recién asumido K, revirtió a pura moneda, una primera vuelta ganada por el mismo que venció hace horas.
En 2005, el entonces canciller Bielsa obtuvo un magro 17%, con lo que podemos colegir que en el mejor de casos, Filmus logró perforar el techo del 20%, para los muchachos K. Pero no mucho más. Y obviamente, salvo milagros como el del 2003, con ese porcentaje no se accede a nada. Peor aun, cuando leyéndolo a la inversa tres de cada cuatro porteños votaron en contra del pingüinaje, sin importar si se habla de ciudadanos de derecha o de izquierda.
Ahora dicen que van a perforar al electorado enarbolando las carpetas que supieron construir. Eufemismo para avisar que se vienen por el degüello del vencedor del domingo. A galope de la campaña sucia. Y de muchos fondos públicos para cooptar voluntades “volubles”. Ibarra ya disfrutó de esta ventaja, pero sólo tenia que descontar 3 puntos. Imaginemos los montos que estarán dispuestos a gastar para descontar 22.
Hacia el 24
Como primer punto es muy importante que ni a Mauricio ni a Gabriela se los involucre ni se dejen involucrar en esa campaña.
Pero no es cuestión que los depredadores de la Argentina, se lleven puesto el triunfo que entre todos hemos logrado producir.
Uno de cada dos porteños que votó, lo hizo por el cambio, por la oportunidad de nuestros hijos de vivir mejor, con respeto hacia las leyes, sin delincuencia, con hospitales y escuelas públicas que funcionen. Es decir, con lo que nos merecemos por pagar nuestros impuestos y dejar en manos del estado la administración de dichos servicios.
Uno de cada dos porteños, tiene entonces que “tomar el toro por las astas” y defender el resultado del pasado domingo.
Y esa defensa tiene varios puntos.
El primero, es que debemos preservar a los candidatos. Finalmente, ellos se encuentran en esa posición porque así lo quisimos nosotros. Se debe continuar con las propuestas sin la agresión. Es que a los NyC (nacidos y criados) en esta ciudad, no nos sentimos identificados por esa versión patagónica (ni ninguna otra) de Benito Mussolini.
En segundo lugar, debemos ser los ciudadanos de a pie quienes contestemos las bravuconadas. En privado y en público. Demostrar no sólo que no nos equivocamos, sino que lo hicimos por convicción. No por el pancho y la coca. Y desde ya, asegurarnos de estar el 24 en el cuarto oscuro, repitiendo el voto.
Finalmente, debemos alentar al otro 50% a pensar seriamente sobre la conveniencia de ser gobernados por una marioneta del presidente. Por alguien, que dijo en su discurso post escrutinio, no seria posible encontrarlo en fotos con acompañantes inconvenientes cuando todos ya habíamos recordado aquella con el ex intendente Grosso.
Debemos convencer a quienes votaron por el kirchnerato, no ya para ganar, hecho que es inmodificable. Sino para hacerlo no sólo matemáticamente, sino políticamente. No sólo se debe asegurar la llegada de Mauricio a la Jefatura de Gobierno, sino aprovechar la soberbia del Kandidato que al presentarse nuevamente, nos da la oportunidad de defenestrar con el voto a sus padres putativos.
No alcanza con saber que su mayor caudal de votos vino del ineficiente y complaciente Ibarra, que no tiene problema en querer volver a la política, luego de haber sido el responsable político de Cromagnon.
No alcanza con saber que el jefe directo del candidato, Alberto Fernández, no sólo fue menemista y cavalista, sino que en este último caso, compartió fórmula con quien luego no pudo asumir por reivindicar al ex presidente de facto Videla. Aunque ahora se hace el defensor de Derechos Humanos y progresista (progreso propio).
Tampoco es relevante saber que el Secretario de Educación al momento del escándalo de la Escuela Shopping, era ni más ni menos que el propio Filmus.
Ni siquiera es importante saber que ninguno de los “Sancho” que el kirchnerismo intenta colocar en NUESTRA Ciudad, jamás trabajó en el sector privado, pero quieren regularlo e intervenirlo como si entendieran su funcionamiento.
Lo único que importa saber, es que ha llegado la hora de darle a los porteños una oportunidad. Y de ninguna manera podemos dejar que unos pocos vivillos nos vean como un botín a conquistar. Un distrito a colonizar. Una oportunidad para sus negociados.
Defendamos nuestro futuro. Votemos con memoria completa. Que las urnas estallen de ciudadanía. De porteñidad.
Que el sentido común nos acompañe o que nuestros hijos nos lo demanden.
Junio 06, 2007.-
Publicado en La Nueva Provincia (Bahia Blanca)
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