jueves, 13 de diciembre de 2007

La nueva política internacional

10 de Diciembre de 2007. La asunción de la nueva presidente se acababa de formalizar. Y no dudó en tener un gesto cortes con el otrora amigo y actual primer mandatario uruguayo. En una ocasión sin derecho a replica para este, Cristina lo acusó de ser el responsable del conflicto por Botnia.

Vázquez no tuvo oportunidad de responder con palabras, pero lo hizo con gestos que en el lenguaje de la diplomacia, son quizás más significativos: Canceló la cena de mandatarios del próximo lunes, con motivo del fin de la presidencia uruguaya en el Mercosur. “El Mercosur no está como para fiestas” fue la explicación según lo publicado en El País.


Rehenes

Argentina no merece quedar fuera de uno de los temas internacionales que más interesados ha cosechado en las últimas semanas: Las FARC y los rehenes.

Desde que Chávez intentó utilizar una eventual mediación para lograr mejorar su imagen con vistas al referéndum, que finalmente perdió y el desprolijo manejo del presidente colombiano Uribe con el manejo de las pruebas de vida de los rehenes de los guerrilleros, todos han querido dejar su firma en el tema. Cristina no ha hecho más que sumarse a la tendencia.

Claro que dos puntos son olvidados en este intento de participación. El primero es el inmiscuirse en temas de política interna de otros países. De ahora en más, nada podrá decir cuando otros quieran hacer lo propio aquí. Ya sea Baltazar Garzón tratando de definir quienes fueron los represores setentistas o bien si algún organismo multilateral decidiera apoyar la teoría de los dos demonios e incluso acusar a algunos de los tantos ex asesinos que se encuentran no sólo bajo el amparo del gobierno, sino incluso en cargos públicos.

El otro tema es la falta de ecuanimidad al momento de pedir por los rehenes latinoamericanos. El caso de la Dra. Molina, presa en Cuba por el sólo hecho de ser brillante en su profesión y opositora al régimen, aunque es el más notorio, no es el único.


Bolivarismo

"Vine a visitar a una presidenta que está comenzando y que hay que fortalecer”. Y el presidente venezolano hablaba en serio. A través de Antonini, desde Agosto que está fortaleciendo a la entonces candidata y ahora presidente Fernández. Apenas conocemos la historia de una valija. Seguro que no fue la única que llegó en el vuelo. Tampoco sabemos si fue el único vuelo.

Con esta lógica crematística, la presidenta ha salido a decir que nada la desviará de su intento de fortalecer los vínculos con Latinoamérica en general y con Chávez en particular.

Tan abocada a este objetivo se encuentra, que ya no duda de parafrasear al dictador caribeño en el uso de retórica barata. Ahora resulta que la investigación del FBI en el que los imputados reconocieron que el dinero no iba al Uruguay sino que ib a ser utilizado en la campaña presidencial de los Kirchner, es un “basural en la política internacional”.

Sólo falta que comience a declamar un intento de magnicidio en su contra o una eventual invasión e incluso comenzar a llamar Mr. Danger al presidente americano. Definitivamente, la importancia que para los Estados Unidos tiene en su agenda la Argentina quedó claro con el nivel de la delegación enviada para el traspaso. De la foto con Hillary, mejor que se olvide.

Mientras tanto, Chávez lleva comprados U$S 5.100 millones en bonos, demostrando así la dependencia financiera argentina, no sólo ya para las campañas.


Embajadas

Se van conociendo algunos de los nombres que se harán cargo de las principales embajadas argentinas en el exterior.

En Estados Unidos, el cónsul Timerman será en próximo embajador. El nuevo cónsul será el ex titular de TELAM, acusado de más que duplicar la nómina, aunque no por necesidades periodísticas. Y con mayor generosidad presupuestaria.

En el Vaticano se está pensando en enviar al ex ministro de Justicia, quien tal como publicara ayer U24, está divorciado. Esto que no sería un inconveniente en ninguna otra sede, es una afrenta a la diplomacia papal.

En el Uruguay se estaría analizando dejar vacante le embajada. Casi una demostración que el comentario de Cristina en la asunción, no fue simplemente involuntario.

Está claro que la mejora en las relaciones internacionales era apenas otro slogan más de campaña.


Comunicación de los actos de gobierno

El matrimonio reinante aun no ha entendido que no es su decisión comunicar. Es su obligación. El contraste de esto se vio cuando el Director Gerente del FMI, Strauss-Khan tuvo que ubicar telefónicamente a los periodistas acreditados en la Casa Rosada e ir a su encuentro, para resumirles lo que había acordado con la presidente.

De igual manera es de estilo, que luego de una reunión con otro mandatario, se realice al menos un rápido encuentro con la prensa de forma de unificar discursos.

Nada de esto se hizo, Los representantes de gobiernos extranjeros que no sólo participaron de la asunción sino que además se reunieron con la presidente, debieron “escapar” de la Casa Rosada.

Si esta es la nueva política internacional que desarrollará Cristina, Néstor, por favor volvé.


Buenos Aires, Diciembre 13 2007.-
Publicado en LATIN LIBER (www.latinliber.com) y Fundación ATLAS 1853 (http://www.atlas.org.ar/)

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Mala leche

Durante el 2005, tuve el gusto de participar de un curso de perfeccionamiento político multipartidario, en el que en cada reunión se tocaba un tema distinto. En la primera, quien expuso sobre el gasto público, fue el actual ministro de economía designado, Martín Lousteau.

Quien en aquel momento acababa de asumir como asesor del ministro de la Producción Bonaerense Lopetegüi, hacía hincapié en lo bajo que era no sólo el Gasto Público Nacional, sino además, la presión tributaria. ¿Seguirá pensando lo mismo?

Los “caminos de la vida”, lo han llevado hasta uno de los puestos claves del Estado. Pero condicionado.

No sólo por quien es el presidente hasta el próximo 10 de Diciembre, sino por todos los nombramientos impuestos que deberá aceptar en casi la totalidad de las áreas que formalmente de él dependen.

Y la estrella de estas designaciones inconsultas, es el Secretario de Comercio Interior. El hasta hace unos días renunciado, Guillermo Moreno.


¿Caso testigo?

Ámbito Financiero publicó en sus Charlas de quincho de ayer, que el ex presidente del BCRA Javier González Fraga, mentor de Lousteau y candidato al mismo cargo al que este asumirá la semana próxima, pero en la oposición (Lavagna), dijo haber aconsejado a su “pollo”. “Le dije a Martín que se banque a Moreno y que no proteste, que diga (a) todo que sí, que aguante tener colegas lamentables y acusados de corrupción”.

Más allá de la versatilidad ideológica de González Fraga, quien ya anunció su pase al kirchnerismo, está claro que pretende educar a Lousteau con valores.

Y debemos reconocer que el alumno es bueno, ya que no tardó en hacerle caso. Después de todo, es mucho más importante parecer, que ser.

Hasta hace unas horas, se había planteado la posibilidad de un debate del que podría deducirse quien manejaría las riendas del Palacio de Economía.

El ministro designado se oponía a que se fijase el precio de venta de los productores lecheros en $0,73 por litro, tal como proponía el Secretario Moreno. Su propuesta era la de garantizar el precio que los tamberos pedían ($0,82/ litro) a cambio de la promesa de inversiones, de forma de aumentar la producción total de leche.

Para esto se debería subsidiar a las empresas productoras, (aunque estas ya habían manifestado su apoyo a la propuesta morenista). Esto no era nada para quien considera que el gasto es bajo.

Hoy Martes, finalmente se develó el criterio que el gobierno utilizará para solucionar el conflicto. Y para disfrute del kirchnerismo más duro, fue el joven ministro a quien le tocó dar las nuevas.

Si bien el precio máximo que las procesadoras podrán pagar a los productores, será levemente superior al oportunamente anunciado por Moreno, el criterio elegido, fue el del Secretario. O sea, el de Kirchner.

Rápidamente, el novel ministro aprendió la lección de su padrino González Fraga. Ya sabe decir “si” a todo. Incluso hace propias las propuestas ajenas. Tiene futuro.


Presión fiscal y salida de divisas

Como decía en el comienzo, la idea de Lousteau es que la presión tributaria en nuestro país es comparativamente baja. Y sin entrar analizar la calidad del gasto y por ende, el retorno para la población de los impuestos pagados, la otra parte del anuncio sobre la leche, fue en el camino de aumentar la recaudación. Vía retenciones.

Es que se fijó el precio máximo a percibir por los exportadores: U$S 2.700 por tonelada de leche en polvo. Y en el mercado internacional, la cotización está por encima de los U$S 4.100 la tonelada. La diferencia, queda en el Estado.

Esto no sólo va a ayudar a que cada vez haya más soja y menos leche, sino que es una autopista hacia la subfacturación de las exportaciones. Siendo la brecha tan alta y con tendencia a aumentar, los sabuesos de la AFIP tendrán que trabajar mucho para evitar que la leche se convierta en el mejor instrumento para sacar divisas del país.


Buenos Aires, Diciembre 05, 2007.-
Publicado en Edicioni (www.edicioni.com )

lunes, 3 de diciembre de 2007

Venezuela: ¿Socialista?

El pasado domingo hubo elecciones en Venezuela a los efectos de plebiscitar la reforma constitucional propuesta por el chavismo. Tal como informaron los medios, ganó el NO.

Para reconocer su derrota, Chávez dijo “Que haya votado 49% por el socialismo es un gran salto político.” Esto es como decir que el 49% de los venezolanos son socialistas. ¿Es esto verdad? Veamos.

Cuando se pretende cambiar algo tan trascendente como lo es una constitución, es esperable que todos aquellos que buscan y/o impulsan ese cambio, salgan a apoyarlo. No sólo en las calles sino (especialmente) en las urnas. Más aún, si quien lo impulsa es el propio oficialismo y cualquier gesto ampuloso y exagerado a favor de propuesta no sólo no será mal visto, sino que hasta puede convertirse en algún favor futuro.

Pues la primera sorpresa es que el 44% de los venezolanos habilitados para votar, decidieron no hacerlo. Las causas pueden ser variadas. Pero ciertamente será mayoritaria aquella que sugiere que dadas las pocas posibilidades de evitar un desenlace previsto, el hecho de ir a votar se convirtió en secundario. Algo similar a lo que pasó el 28 de octubre, en la Argentina.

Ahora, ese desenlace puede ser en ambos sentidos. Pero como ya dijimos, quienes apoyaban el SI, no sólo querían ganar, sino de ser posible aplastar a quienes se les oponían, de forma de poder decir que el SI representaba de manera cabal la idea respecto de la constitución, que tenían los venezolanos. La voluntad popular (?)

Por ende, quienes no votaron fueron en su gran mayoría quienes apoyaban el NO. Es entonces aun más entendible su ausencia, si agregamos a su falta de motivación para cambiar lo que parecía un hecho consumado, con el de una probable represalia contra quienes no se alineen con el oficialismo (ya ocurrió cuando se juntaron las firmas para la revocatoria de Chávez).

Es así que, para no ser categóricos, podríamos decir que el 40% de los que no votaron (90%), eran contrarios al deseo oficialista y tan sólo un 4%, hubiera apoyado.

Hasta aquí, tenemos que aproximadamente un 70% (40% más el 50% del otro 56%) que no apoya el cambio constitucional.

Pero aun queda más. Asumamos que dos tercios de ese 30% oficialista, es el núcleo duro e ideologizado del chavismo. Esto es un 20% del total. El otro tercio (10%), es una población prebendaria, que apoya a cambio de planes de ayuda, trabajo estatal, negocios con el estabishment, etc.

De esta forma, aunque el mismo Chávez piense que los que se abstuvieron comulgan con sus ideas, cerca del 80% de la población venezolana es contraria el proyecto socialista del siglo XXI, aunque la falta de una oposición, las actitudes infantiles de no presentarse a elecciones y los protagonismos personales, le permiten a Chávez seguir ganando elecciones.

Hoy el dictador se ha quedado sin la posibilidad de usar la democracia al estilo cubano. Esto es, perpetuarse en el poder, simulando elecciones. Pero de ninguna manera debemos pensar que Chávez va a dejar el poder en el final de su mandato, si no ve una oposición que lo obligue a ello. Incluso podría generar alguna situación que “amenace la seguridad interior” de Venezuela para de esa manera, buscar tomar por la fuerza lo que los venezolanos no le han negado el pasado domingo.


Buenos Aires, Diciembre 03 2007.-

Publicado en Fundación ATLAS 1853 (www.atlas.org.ar) y DIARIO DE AMERICA (http://www.diariodeamerica.com/)

martes, 20 de noviembre de 2007

De víctimas y victimarios

El pasado martes 20, fui testigo de uno de los innumerables hechos delictivos a los que los argentinos somos sometidos de manera diaria. Le cuento.

Blanco Encalada y Zapiola (en la ciudad de Buenos Aires). Minutos antes de las 08:00. Un intento de robo. Le rompen la ventanilla a un vehículo en el que viajaban rumbo al colegio, padre e hija.

El hombre, a riesgo que el delincuente contara con algún arma de fuego, se baja e intenta apresarlo. A esa altura, la esquina ya estaba llena de mirones. Sólo uno decide ayudarlo.

Al llegar yo y preguntar que había pasado, quien había ayudado a la victima, decide irse. Y el delincuente intenta escapar. Allí fui yo, quien colabora con la victima y luego de inmovilizar al delincuente, llamo a la policía.

Durante los 5/ 10 minutos que esperamos la llegada del patrullero, ni tan siquiera uno de los curiosos, que a esta altura ya eran más de los que uno podría imaginar, ofreció ayuda alguna.


A mi no me toca

La reconocida indiferencia argentina de mantenerse ajeno a los problemas de los demás hace que el accionar de los delincuentes sea más sencillo e impune. Más aun, siempre habrá quien intente justificar el accionar de aquel y de esa manera mantener su conciencia tranquila, por no participar. Hasta que él mismo sea la victima.

Paradójicamente, este comportamiento social se replica entre los ciudadanos, cuando el gobierno de turno comete atropellos.

La forma corporativa de asociación que tiene la sociedad, que debería servir para enfrentar los actos del poder con una mayor entidad y capacidad de respuesta que hacerlo personalmente, termina jugando en contra.

El último alza de los derechos de exportación (retenciones) al petróleo y sus derivados, logró que el sector del agro no se sienta tan solo. Pero el resto del mundo empresario sigue pensando que los beneficios de la creación de un nuevo Banade o que el mantenimiento de los actuales niveles de crecimiento más que compensarán los efectos de la inflación. Ambos dados por el Indek y por lo tanto no del todo creíbles.

La idea que el victimario se conformará con la victima actual, hace que las potenciales victimas se sientan seguros en su papel de observadores. Incluso algunos intentarán justificar las acciones del primero. Tal como en la historia del inicio.

El problema es que es imposible que todas las potenciales victimas lo sean de manera simultánea. Pero en el tiempo nadie estará a salvo. Lo que ayer le sacaron al campo y hoy a las empresas petroleras, mañana le será exigido al resto de la sociedad. De manera progresiva. Pero nadie debe sentirse a salvo. Más temprano que tarde, deberán rendir una vez más sus armas ante el insaciable gasto público.

En los considerandos del decreto 394/07, en el que se fijaron las nuevas retenciones para los hidrocarburos, dice: “Que aún después de deducidos los derechos de exportación que por esta resolución se establecen, la rentabilidad resultante será la adecuada para el giro normal de la actividad.”.

Si el gobierno puede a través de un funcionario (no importa si el presidente o un subsecretario) definir cual es la rentabilidad adecuada para un sector, por que no podrá hacerlo para todos.

Y de hecho lo hace. Tanto el sector del agro como el de los hidrocarburos, son importantes exportadores, por lo que se puede intervenir en dichos sectores, con un sencillo decreto como el mencionado.

De igual forma se determina la renta de las empresas prestadoras de servicios públicos, al congelarse las tarifas.

Pero para el resto de los sectores, incluido el de los asalariados, la intervención y definición de la renta está a través de la inflación.

El aumento de precios tiene mal marketing. Por eso es necesario ocultar los índices reales. Especialmente en tiempos de elecciones. Pero sus efectos son fantásticos para una administración que se mantiene en el poder e intenta hacerlo por mucho tiempo, a través de compra de voluntades (mejor dicho, alquiler). Es por eso que no existe la voluntad política de erradicar la inflación.

En un contexto inflacionario, el otorgar aumentos masivos, extender beneficios previsionales a quienes nunca aportaron (y no precisan justificar la obtención de una pensión cuasi graciable), nombramientos masivos en los diferentes niveles del Sector Público Nacional no es un problema. En el corto/ mediano plazo, la inflación se encargará de licuar esos aumentos del gasto.

Hasta los sindicalistas están felices, ya que les han devuelto su razón de ser. El negociar constantemente nuevos aumentos.

Sector a sector van siendo limitados en su libertad de decisión, al obtener sólo “rentas adecuadas”. De esa manera, todo se vuelve dependiente del poder central. Incluso los gobernadores e intendentes deben adecuarse a este régimen feudal.

Pero mientras la mayoría sólo reaccione cuando se sienta personalmente atacado, estaremos jugando el juego que más le conviene al victimario.

Después de todo, el lobo no se hará vegetariano por propia iniciativa. Él y sus carroñeros solo cambiaran sus hábitos, si las victimas los obligan. Por ahora no parece que esto vaya a suceder.


Buenos Aires, Noviembre 20, 2007.-

Publicado en el DIARIO DE AMERICA (http://www.diariodeamerica.com/) y el DIARIO DE RIO NEGRO (http://www.rionegro.com.ar/diario/2007/11/22/200711o22s01.php)

miércoles, 24 de octubre de 2007

El próximo domingo no es uno más

Tanto los analistas políticos sospechados de un tinte oficialista exagerado como los que se ubican en las antípodas, coinciden en una de las causas de un eventual triunfo del matrimonio presidencial.

Esta coincidencia es que de tanto machacar a través de los medios de prensa, que el triunfo está asegurado y las elecciones son tan sólo un trámite, esto podría convertirse en realidad. Al mejor estilo goebbeliano.

Algún candidato opositor hasta ha enmarcado este accionar, como delito. Y si bien esta figura no existe, lo que seguramente habrá que investigar, es el origen de los fondos y la utilización de los recursos del estado en la campaña de la consorte presidencial.


Posición dominante

Pero no sólo la propaganda oficial es el elemento que ayudaría a inclinar la balanza del próximo domingo. De hecho, en términos de eventuales irregularidades y/o ilícitos, es el menor de los males.

Es el manejo discrecional de fondos públicos, durante todo el periodo presidencial el factor más relevante. Cincuenta mil millones de pesos, en poco más de cuatro años han sido administrados por fuera de todo control republicano.

No es fácil (por la magnitud de la cifra) imaginarse todo lo que se puede hacer y las voluntades que se pueden comprar o alquilar. Pero tampoco es difícil imaginar que son muchas.

A esto se debe sumar que desde hace once años que institucionalmente la Argentina vive en default. Desde 1996. Año en que la nueva Ley de Coparticipación Federal de Impuestos debería estar reglamentada, según lo dicta la Constitución de 1994. Pero esto no ha ocurrido y es difícil que vaya a suceder en el corto plazo..

Se suele decir que no habría mayores cambios de lograrse esta ley o que los tiempos actuales, no son los ideales para intentarlo. La pregunta es: ¿Ideales para quien?

El ahogo financiero que implica la actual Ley de Coparticipación para gobernadores e intendentes, la vuelve ideal para quien detenta el poder a nivel nacional.

La imposibilidad en muchos casos de poder pagar los sueldos y demás gastos corrientes con lo que cada jurisdicción recauda, es el blanco principal del chantaje financiero ejercido desde la capital. Aunque siempre por presidentes de origen no porteño.

Y esta capacidad de presión, es utilizada no sólo para los negocios de algún ministro, sino para armar las listas de Diputados y Senadores que representen al ejecutivo nacional. Jamás al pueblo.


El 28 de Octubre

El próximo domingo no sólo se vota por presidente y vicepresidente. Aunque esto sea lo que el gobierno pretenda que parezca.

La composición de las Cámaras nacionales, provinciales y municipales, así como muchos de los ejecutivos provinciales y los jefes municipales estarán en juego.

Minimizar el poder presidencial seria una ridículo. Entregarles además todo la estructura de poder en los tres niveles, seria una tontería. No votar, seria una estupidez mayúscula.

No es mi pretensión direccionar el voto opositor hacia un candidato en particular. Si lo es el llamar la atención sobre la necesidad de voto y de hacerlo según las propias convicciones.

La elección por el mal menor debería ser el 4 de noviembre, cuando entonces si, sólo estemos votando entre dos alternativas presidenciales. Pero para esto, debemos ignorar el mensaje del “triunfo asegurado” del oficialismo

El próximo domingo no es uno más. Es quizás el más importante del año. Y de los próximos cuatro. Aun cuando haya ballotage, la elección del 28 es crucial.

Vayamos a votar con nuestros hijos. Y hagámoslos como ellos se lo merecen. El domingo estaremos construyendo una parte importante de su futuro.

Buena elección.


Buenos Aires, Octubre 24, 2007.-

Publicado en Diario Rio Negro (Rio Negro y Neuquen) y DIARIO DE AMERICA (http://www.diariodeamerica.com/)

miércoles, 17 de octubre de 2007

La desnacionalización de la Industria Argentina

Hemos estado leyendo en los últimos años, como empresas de capital nacional han ido siendo compradas por capitales foráneos.

Ante este panorama, políticos de extracción ideológica muy diferente, pareciera que coinciden. Una coincidencia que se resume en la condena de tales ventas. Incluso el pedido de auxilio al estado para que de alguna manera, pare esta “sangría” de marcas históricamente argentinas. Marcas “que hacen a la identidad nacional”.

Y ante la coincidencia, uno se pregunta si no deberíamos todos ir a la Plaza de Mayo a gritar por la defensa de la “Industria Nacional”.


Causa 1: El modelo cultural

Sin entrar a analizar la famosa tesis de Max Weber, en la cultura latinoamericana en general y en la Argentina en particular, existe cierto sentimiento de culpa por parte de quienes se encuentran en la cúspide de la pirámide socioeconómica.

Por otro lado, quienes se encuentran en la base de dicha pirámide, tienden a culpar a terceros respecto de su posición relativa. Y esa acusación no se limita al ámbito local, sino que de ser posible se buscan culpables fuera del mapa latinoamericano.

Esto ha permitido a la dirigencia política implementar en nombre de la “justicia social”, todo tipo de planes económicos y políticos, que la única justicia que buscan es la de satisfacer las ambiciones personales de quienes se encuentran en el ejercicio del poder.

Es así que, sin importar los resultados que en el pasado haya tenido la implementación de determinados programas, una y otra vez se los vuelve a utilizar en el subcontinente. Siempre con el discurso marketinero que esta vez funcionará. Generalmente apoyados en la idea que la diferencia entre las anteriores implementaciones fallidas y la próxima, que estará condenada al éxito, reside en la capacidad personal y única de quien ejerce el poder. Mientras, Einstein se revuelve en su tumba.


Causa 2: El modelo macroeconómico

La intromisión del estado y la consecuente distorsión de los mercados, ha sido una constante en el último siglo. Lo que equivale a decir, que lo fue en casi toda la historia de la Argentina moderna.

Una de las constantes que podemos encontrar en los últimos 30 años, ha sido y es la inflación. Variaron los instrumentos que se utilizaron para combatirla. Y con mayor o menor éxito, siempre se la atacó como si fuera la inflación la causa de los problemas y no como una consecuencia de ellos.

Si miramos al gobierno de los 80´s, veremos que se utilizó la inflación para financiar los gastos del estado, cada vez mayores. Y se la combatió (o se pretendió hacerlo) sin éxito, con sucesivos cambios nominales de moneda, pensando que la inflación desaparecería si la misma podía ser eliminada de la mente de los argentinos.

En los 90´s, se buscó achicar el estado y con ello el gasto relacionado. Pero se fijó el tipo de cambio no permitiendo que el mercado fuera corrigiendo de manera progresiva, las distorsiones que significaba el aumento del gasto (nuevamente). Esta vez se financió dicho gasto, con deuda. Roto el termómetro cambiario, lo que pudo ser una gripe, terminó en neumonía.

Ya en el siglo XXI, se arrancó con un intento fiscalista (confiscatorio) para financiar el déficit y terminó siendo un nuevo stock de deuda el que pagó la factura. Hasta que estalló.

Luego de la crisis del 2001/ 2002, la solución que se propuso y se implementó fue incrementar el nivel de intervención del estado en la actividad económica. Sin buscar analizar aquí los beneficios que para muchos “empresarios” y funcionarios significó la pesificación y la devaluación, el mercado fue violado. Los contratos fueron incumplidos. Y el “riesgo empresario”, base del capitalismo sano, fue absorbido por el estado.

Con el piso del 09 de mayo de 2003 (U$S 1 a $2,79), se instauró una nueva convertibilidad. El objetivo decían, era un dólar competitivo (eufemismo de “artificialmente alto”) de forma de incentivar las exportaciones, favoreciendo así la reconstrucción de la economía. Se suponía que esto debería no sólo aportar fondos por la actividad de comercio exterior, mejorando el Balance de Pagos, sino que debería generar un crecimiento imparable, por aumento de la actividad económica.

Tal como explicaba días atrás el economista Raúl Cuello, confundir crecimiento con recuperación puede ser cuando menos, peligroso. “Entre el año 1998 y el año 2007, la economía argentina creció un 24%, valor que ponderando la tasa de crecimiento demográfica arroja apenas un 14% por habitante”, aclara Cuello. Este registro es significativamente menor que lo que la propaganda oficial declama.

Si como dijimos (y sabemos), la cotización del dólar no surge de las operaciones del mercado, el sentido común alcanza para saber que debe de haber algún costo a pagar para mantenerlo en los valores actuales. Al menos hasta ahora. Haber mantenido esta convertilidad, fue tarea del Banco Central, quien compró toda la oferta de dólares que el mercado no demandaba. Para esto emitió unos $70.000 millones. Y para evitar que esos pesos no demandados no quedaran en el mercado, los esterilizó vía títulos públicos.

Además del costo cuasi fiscal de estos títulos, la enorme cantidad de pesos no demandados que no fueron esterilizados, han desembocado en inflación. Inflación no reconocida por el gobierno.

Como todo ex adicto, el sólo pensar en volver a épocas de inflación de dos dígitos, ha generado cierta incomodidad en la gente cuando se encuentra con efectivo (en pesos, obvio). A mediados del 2005 se alcanzó un PBI similar al anterior a la crisis del 2001. Para ser exacto, similar el de 1998. Esto quiere decir, que hasta allí apenas fue recuperación.

Pero fue recuperación sin inversión real en bienes de capital. A principios del 2006, la brecha entre el PBI potencial y el real (output gap), se cerró. Pero la inversión seguía sin llegar.

A partir de allí, a la inflación generada por el exceso de emisión, se sumó la expectativa de la generada por una demanda que no encontraría oferta suficiente de bienes. Y esto fue agravado a partir del 3er trimestre del 2006, con una crisis energética no reconocida por el gobierno, pero que limitaba aun más la capacidad de producción.

La solución que encontró la administración actual, fue la de adulterar el termómetro. La inflación indicaba que había problemas. En lugar de tratar de resolverlos, se bastardeo al Indec, de manera que los índices fueran los que la política necesitaba.

Esto exacerbó las expectativas inflacionarias de los diversos agentes económicos, encontrándonos hoy en una situación en la que el BCRA debe ahora vender dólares para evitar la sensación de una inminente devaluación.

Este cuadro no escapa a ningún empresario. Mucho menos a los bancos. Es entonces que más allá de las bondades que desde el gobierno han tratado de convencernos que el actual modelo tiene, el mercado ha ido anticipándose a los futuros problemas.

Es entonces razonable esperar que el costo del dinero haya estado durante todo este tiempo por encima de lo que debería, según los indicadores que mostraban el camino al éxito.

Con una tasa de crecimiento cercana al 8% anual durante estos últimos seis años, con un dólar competitivo y con el éxito asegurado, los indicadores de riesgo deberían de haber bajado de manera similar a lo que ocurrió en Brasil y el costo del crédito estar en niveles acordes con un mercado sano en expansión.

Pero el tipo de cambio actual no sólo no generó el boom de exportaciones prometido, sino que sumó inflación. U$S 21.000 aun en default, convierten a la Argentina en un país poco creíble. El congelamiento de tarifas ha detenido las inversiones en infraestructura necesarias, y estas a su vez, limita la oportunidad de nuevas inversiones productivas. El control de precios no sólo distorsiona el mercado (especialmente en términos geográficos) sino que tampoco incentiva avanzar con nuevos proyectos.

En este contexto, es lógico pensar que el empresariado intentaría volver a la racionalidad económica. Aunque más no sea, para defender su propio capital.


Causa 3: El capitalismo nacional

“Propiciar las medidas adecuadas para la efectiva consolidación y la mayor expansión de la industria nacional sobre la base del respeto a la propiedad privada y la participación del capital nacional y extranjero.”

Este objetivo no se encuentra dentro de alguna de las numerosas plataformas políticas que de cara a Octubre próximo, podríamos estar leyendo. Es el punto 4to de los objetivos de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Está claro que lejos de este objetivo se encuentra hoy el accionar de esta Cámara y de sus integrantes en particular.

Con su accionar han avalado y avalan el avasallamiento del estado sobre la propiedad privada. Cada vez que son llamados a una foto oficial, en la que se anuncian controles de precios o producción a pérdida, allí están.

Esto ha infectado al capitalismo con un virus típico en Latinoamérica: la corrupción. Corrupción no es sólo el “sobre” o “retorno”. La aceptación de subsidios como parte del precio en el que se incluyen los riesgos empresarios es también corrupción. De igual forma que lo es las cuotas de mercado, la compra de empresas con la “ayuda” de funcionarios amigos o las leyes protectivas contra los derechos de acreedores o socios minoritarios.


Consecuencias

En este contexto, es muy difícil que el mercado confíe no sólo en los datos oficiales, sino en los propios empresarios. Y las cámaras empresariales poco hacen para mejorar la situación.

A finales de Septiembre de 2007, la tasa PRIME (costo para empresas de primera línea) se ubicó un 50% arriba que en Junio del mismo año (8,64% vs. 13,44%). Que ya de por sí era comparativamente alta, en el mercado internacional. Peor aun es para del resto del sector. Ni hablar de PYMES.

Alto costo de crédito y la poca o nada credibilidad de la palabra argentina en el exterior, condenan a las empresas de capital local sin posibilidad de ayuda estatal, a rentabilidades muy bajas (con el riesgo de quiebra) y a mercados pequeños.

La alternativa de vender a quien no sólo se fondea en el exterior, sino que integra la producción local a su propia producción global, ingresando así a una escala totalmente inaccesible para los locales, es casi imposible de evitar.

El reclamo a los bancos desde el poder político, para aumentar los préstamos al sector productivo (a menor costo), no sólo es una demostración de ignorancia, sino que apenas es voluntarismo. Pero avalar desde las cámaras empresariales este tipo de reclamos, es suicidio.

Para que las empresas como Alpargatas, Swift, CEPA, Acindar, Blaistein, Bieckert, Palermo, Ed. Atlántida, Quilmes, Pago Fácil, Argencard, Loma Negra, Milkaut, CTI, etc., no sean el camino natural para el resto, son los propios empresarios y a través de ellos, las cámaras, los que deben defender contra políticos de ocasión, esta costumbre de avasallar derechos en nombre una mayoría a la que poco representan y en nada les preocupa. Aunque les resulte funcional.

En vez de buscar en intereses internacionales que eventualmente buscan la destrucción de la Argentina, debemos empezar a cambiar la cultura y pensar como hacemos nosotros para no sólo solucionar nuestros problemas, sino volvernos interesantes en un mundo global muy competitivo.

El liderazgo social de los empresarios no se ejerce a través de la obsecuencia y la connivencia con el gobierno. El riesgo es un valor que debe ser defendido.


Buenos Aires, Octubre 12, 2007.-

Publicado en Fundación FUTURO ARGENTINO (www.futuroargentino.com.ar), NOTICIAS IRUYA (http://noticias.iruya.com/content/view/2160/412/) y Fundación ATLAS 1853 (http://www.atlas.org.ar/)

martes, 9 de octubre de 2007

Ser o no ser . . . necio

“La inflación no existe” afirmó de manera terminante el Jefe de Gabinete Alberto Fernández.

“Los índices del Indec (k) son perfectos” aseguró el presidente de los argentinos.

“Tome pesos, déme dólares o bienes (salvo tomates)” dijo el mercado de manera de dejar muy claro cuales son las expectativas.

En este contexto se realizarán en tres semanas las elecciones presidenciales y aun ninguno de los candidatos opositores puede asegurar una pelea seria, siquiera para llegar al balotaje.

Es justamente por esto, que el mercado comienza a anticipar lo que sucederá a partir del 11 de diciembre. Lo mismo que hasta el 10.

Pero dado aquel conocido refrán que dice “Se puede hacer cualquier cosa, pero especialmente en economía, no se pueden evitar pagar las consecuencias”, las expectativas comienzan a marcar una tendencia de cada vez más difícil (o costosa) modificación.


El valor del peso

Los pesos valen menos porque el mercado los demanda menos y la demanda es menor porque la expectativa es que en el futuro valdrán menos aun. Es la misma inflación que el gobierno grita a cuatro vientos, que no existe.

Pero la batalla de la credibilidad esta siendo perdida.

En el mundo de las finanzas, las expectativas son casi tan importantes como el dinero. Un banco jamás prestará fondos si cree que no los va a recuperar. No importa la tasa que el tomador esté dispuesto a pagar.

El riesgo es una oportunidad en la medida que pueda ser decodificado e interpretado en términos de saber cuando el mismo se convierte en certeza de pérdida. Hasta allí siempre habrá quien esté dispuesto a tomarlo.

Pero cuando lo que se pierde es la credibilidad en la información necesaria para su medición, entonces se vuelve tan sólo una apuesta.

Paradójicamente, el proceso al que fue sometido el Indec, donde hoy ya no sólo no son creíbles los índices de precios sino que todas las estadísticas allí elaboradas están en duda, los únicos que pueden pensar en tomar posición en el mercado son aquellos que especulan al límite del abismo. Quizás porque tan solo apuestan las ganancias de operaciones anteriores y no parte del capital originalmente invertido.

Pero para el común de la gente esto no es una alternativa. El aumento de las ventas en supermercados (medidas no sólo en pesos, sino en volumen) tiene que ver con la idea que mañana se comparará menos que hoy, con el mismo monto de dinero.

Y quien tiene capacidad de ahorro (que cada vez es una porción menor de la sociedad), se vuelcan a la única unidad de valor que reconoce: el dólar.

Si bien hoy los montos que el Banco Central debe vender de manera diaria (U$S 30 a 40 millones diarios) son muchos menores que los que compraba hace apenas unas semanas atrás, es la tendencia lo que importa.

La demanda por una moneda que para el argentino promedio es segura y liquida, hace que el modelo comience a mostrar de manera explicita, las fallas que algunos venimos marcando hace ya un largo tiempo.

Durante la semana pasada el Central debió vender poco más de U$S 200 millones, quedando así las reservas en U$S 43.000 millones. Aunque no debemos olvidarnos que la mitad de ellas están constituidas por Letras y Notas que el BCRA emitió para esterilizar base monetaria. Justamente la que motivo en parte, la inflación actual.

El Central ha flexibilizado las normas de manera de bajar las tasas, pero la marcada tendencia en la no renovación de colocaciones y el fly to quality (desde fondos comunes y depósitos a la vista denominados en pesos, a dólares) hará cada vez más estrecha la liquidez de los bancos.

A tasa fija habrá una demanda casi infinita para tomar fondos, pero en un contexto de expectativas de inflación creciente, serán pocos los que estén dispuestos a ser la contraparte. Y los bancos no lo harán con fondos propios. Al menos no de manera importante ni más allá de las elecciones.


El 2008

Durante el fin de semana, el Secretario de Finanzas estuvo buscando consenso entres los banqueros respecto de emitir deuda a largo plazo en el mercado local. Pero la obsecuencia preelectoral no llegó hasta ese punto y la respuesta fue un rotundo “desinterés”. Y no porque no crean que Cristina Kirchner no pueda acceder a la presidencia.

Es el negocio el que no da. La convicción que la inflación real triplica a la oficial es muy fuerte. Lo digan o no las consultoras privadas.

De la misma forma que las necesidades de modificación de las tarifas de servicios públicos están atrasadas y más allá de los discursos electorales, las mismas deberán ser ajustadas hacia arriba, creando un nuevo motivo para pensar en un índice de inflación mayor al incluido en el presupuesto 2008.

Por la misma crisis energética (¿Tampoco existe?) y hasta que las eventuales inversiones se concreten y estén operativas, causará cuellos de botella en la producción de bienes, por lo que con una demanda mayor que su correspondiente oferta, aumentará aun más la presión sobre los precios

Las necesidades de financiamiento para el 2008 no son importantes (U$S 3.000 millones). Pero la Argentina no encuentra quien le preste siquiera una fracción de esa suma. Salvo el teniente coronel Chávez.

Quien además de hacer excelentes negocios financieros con los fondos prestados a la Argentina, obtiene apoyo a proyectos de dudosa utilidad para nosotros como la inminente constitución de Banco del Sur. Un BID del subdesarrollo y de cuestionable beneficio, salvo para algunos funcionarios de la región. Banco que se fondeará con un porcentaje de las reservas de cada país miembro. Y la Argentina debería aportar fondos sobre el cálculo de los U$S 43.000 millones. Cifra que como ya explicamos, está inflada en un 100%, por lo que deberemos aportar el doble de los que correspondería, de haberse respetado la independencia del BCRA.

Como vemos, la situación no es la peor posible. La tendencia indica que todo será más difícil hacia delante.

Las expectativas no son las mejores. Solucionar el actual contexto es el desafío. Negarlo es de necios.

Buenos Aires, Octubre 08, 2007.-

Publicado en Fundación ATLAS 1853 (www.atlas.org.ar) y DIARIO DE AMERICA (http://www.diariodeamerica.com/)

viernes, 7 de septiembre de 2007

Mentiras y el IPC

Parafraseando a Benjamin Disraelí, logramos verificar que no descubrimos nada nuevo. En lugar de las “estadísticas” en forma genérica, la mayor de las mentiras hoy día en nuestro país, es, dentro de ellas, el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

El 2007 comenzó con un acto de prepotencia que ha tenido consecuencias mucho más graves que las que se previeron en aquel momento. La intervención por parte del Secretario de Interior Moreno al INDEC a los efectos de evitar un desborde del IPC en pleno año electoral, ha determinado la distorsión de un índice clave a los efectos de la vida económica ordenada de una sociedad.

Pero esta no fue la única consecuencia. El CER, coeficiente por el cual se calcula la actualización de capital de un tercio de deuda pública renegociada (luego de la quita) también se ha visto impactado, disminuyendo la renta de quienes creyeron que luego del default, la Argentina se encaminaba hacia la seriedad.

Por último, pero no por eso de menor importancia, se ha impactado de lleno en la credibilidad del INDEC, un ente que durante décadas había logrado mantenerse al margen de la falta de seriedad de las sucesivas administraciones, obteniéndose como resultado la duda sobre todos los índices e indicadores que el Instituto publica.


El IPC

Este índice es la medida de la inflación. Para su confección se relevan de manera periódica una importante cantidad de productos y servicios, obteniendo los datos de los comercializadores y prestadores de los mismos. Es evidente que para que este relevamiento tenga sentido, la confidencialidad de los informadores de los precios debe ser preservada a rajatabla. De no hacerlo, la posibilidad de verse presionados por el poder de turno para que los precios se mantengan constantes, haría que en lugar de comunicar los precios reales, informen los que desde el Poder Ejecutivo quieran escuchar, inutilizando así la encuesta y sus resultados.

Una de las graves acusaciones hacia el Secretario de Comercio Interior es que presionó a las autoridades del Indec para que le suministren la lista de empresas y comercios que declaraban aumentos. Los propios técnicos que fueron removidos por resistirse a violar el secreto estadístico, denunciaron estas presiones.En realidad, la necesidad de confidencialidad se verifica no sólo en la confección del IPC sino en cualquier encuesta de precios o de calidad de servicio que se realice.

El otro factor necesario para asegurar la calidad del índice, es la idoneidad técnica de los analistas y de los responsables del INDEC. La atropellada de Moreno logró poner en duda ambos pilares, socavando así de manera profunda y calculada la veracidad de los índices.


Las encuestas privadas y otras referencias.

La falta de credibilidad en los números oficiales, ha generado la necesidad de elaborar índices en consultoras y ONGs, que resultan mucho más creíbles.

Si bien la diferencia en la magnitud de las respectivas encuestas es significativa, el punto de convergencia al que llegan hoy, tanto consultoras, como centros de estudios y otras ONGs, demuestra claramente que más allá de sus respectivas simpatías políticas, el IPC no refleja el alza real de la inflación.

Aun así, estos índices privados contienen las distorsiones que el programa implementado desde la Casa Rosada incluye. Esto es, no sólo las tarifas congeladas desde hace ya más de un lustro, sino la política de precios impuestos (¿alguien puede creer que son acordados?) sobre los bienes más sensibles de las canasta familiar.

Como ejemplo veamos que pasó en Agosto de 2007. Mientras el Indec asegura que el rubro Alimentos y Bebidas el aumento fue del 1.2%, la Liga de Acción del Consumidor ADELCO, contabiliza un 7%. Para el gobierno la canasta básica alimentaria aumentó 2.2% pero para la consultora Equis, el incremento para el mismo mes fue de 7.15%

Mientras la inflación acumulada en el año según los datos oficiales es del 5% (0.6% en Agosto), la Asociación de Consumidores Libres calculó 16%.

Otra forma de aproximarse al cálculo de la inflación es a través del incremento en la recaudación del IVA. Durante los primeros ocho meses de 2007 los ingresos por este tributo aumentaron un 35%. Considerando un crecimiento real del consumo del 8,5% y una mejora en la eficiencia recaudatoria del 3% el efecto de aumento de precios sería del 20,8%.

La diferencia entre la estimación de la inflación para el 2007 basada en los números del Indec (8% / 8.3%) y los privados (22% / 25%) o la recaudación del IVA, demuestra a las claras que la manipulación de los índices no es ni menor ni sutil.

Lo que hace inútil al esfuerzo de los interventores del Indec, es justamente esa falta de sutileza, que ha logrado que ya nadie tome el índice oficial en serio, por lo que el desgaste en la credibilidad de los dichos del gobierno, son sólo costo sin beneficio alguno.

Una consecuencia de la inexistencia de un indicador confiable, es la dificultad en el cálculo económico de los negocios. Agregado esto al incremento de la tasa de interés, se produce un fuerte desaliento a la inversión y a la creación de empleo.. La tasa interbancaria para entidades de 1ra línea, ya ha llegado al 13%.


El Iceberg

Hasta aquí estamos describiendo la parte visible del iceberg. Pero los que viajaban en el Titanic aprendieron a un altísimo costo, que lo más peligroso está fuera de la vista. El peligro está bajo la superficie. Hoy en la Argentina, pasa lo mismo cuando hablamos de la inflación.

Cuando el mercado es intervenido y las decisiones de los burócratas reemplazan las preferencias de los individuos, entonces las mediciones de precios, aún sin manipulaciones, dejan de ser representativas.

Vimos que aun los índices no oficiales, están contaminados por la intervención del estado en la fijación de precios y tarifas. Mientras las tarifas se mantengan congeladas y los precios relevados sean los que desde la Secretaria interior se fijen, todo seguirá igual.

Pero más temprano que tarde, tomaremos conciencia que lo que está sumergido es más que relevante. Con precios congelados terminaremos en el desabastecimiento y aquellos que puedan pagar deberán concurrir al mercado negro. Pensar que los productores subsidiaran a la demanda, es cuanto menos infantil.

Las retenciones a las exportaciones deberán mantenerse para sostener la deteriorada solvencia fiscal y para evitar la desaparición completa en el mercado interno de aquellos commodities y bienes exportables que se consumen localmente (granos, derivados del petróleo, carne, leche, etc.). Obviamente esto limitará el ingreso de divisas y se perderán mercados que costó décadas obtener.

Con tarifas congeladas se agravará lo que en 2007 ya comenzamos a vivir. Las inversiones serán anunciadas y además deberán ser solventadas por el gobierno, ya que sin rentabilidad posiblemente nadie las realice. El sector privado ya comenzó a retirarse de la inversión y la consecuencia es la falta de gas, energía eléctrica, gasoil, etc.

La producción deberá desacelerarse para adecuarse a la oferta energética. El spread entre el precio internacional y el definido por el gobierno aumentará o al menos se mantendrá, siendo los subsidios que se deberán distribuir (de manera sospechosamente no transparente) causa de un aumento del gasto.

Como y cuando van a sincerarse los precios es algo difícil de predecir. Quien será el próximo presidente, cual es su visión de la realidad actual, cual será el apoyo legislativo con el que cuente, etc. Aunque no necesariamente quien vaya a contar con más apoyo esté dispuesto a realizar el ajuste.

Lo que si está claro es que el ajuste deberá ser realizado. Podrá ser programado y por ende ordenado, o bien por demorarse, será inevitablemente reactivo al choque con el iceberg. En este caso, sólo se podrán apagar incendios, que no serán pequeños ni pocos. Aunque nadie podrá argumentar que el choque no se podía predecir.


Buenos Aires, Septiembre 06, 2007.-

Publicado en Fundación FUTURO ARGENTINO (www.futuroargentino.com.ar), el DIARIO DE RIO NEGRO (http://www.rionegro.com.ar/diario/2007/09/15/20079o15f02.php) y Fundación ATLAS 1853 (http://www.atlas.org.ar/)

martes, 28 de agosto de 2007

La inflación y la paz en los cementerios

Aunque ya está fuera del gobierno (pero no fuera de la escena, al menos la judicial), nadie podrá olvidar que de manera indubitable, al momento de asumir como ministro de Economía, Felisa Micelli aclaró que prefería “un poco de inflación a la paz de los cementerios”.

Y debemos reconocer que esta profecía se ha cumplido. Aunque para ser justos y dado que ella sólo ocupaba protocolarmente aquel puesto, quien ha dado las instrucciones necesarias para que ello ocurra y continúa haciéndolo, no es otro que el mismo presidente de la Nación.


La inflación

La tasa de inflación mide el cambio porcentual del nivel general de precios de la economía.

La inflación está estrechamente ligada a la política monetaria y fiscal de una economía. Altas tasas de inflación están a menudo asociadas a una aumento de la oferta monetaria, generalmente como consecuencia de grandes déficit presupuestarios.

La medida de la inflación es el Indice de Precios al Consumidor (IPC). Para la confección de este índice se relevan de manera periódica (generalmente semanal) una cantidad predefinida de precios correspondientes a bienes y servicios, los cuales no representan una canasta determinada, sino que intentan reflejar de manera lo más fidedigna posible, las variaciones de precios de una economía, de manera integral. Por eso se debe incluir a todos los sectores.

La otra particularidad de este índice, es que considera toda variación nominal sobre los precios encuestados, los que son seleccionados por su peso ponderado en el consumo nacional. De esta manera no sólo refleja las variaciones estructurales sino también aquellas que se dan tanto por cuestiones de estacionalidad como las que se originan en fluctuaciones de coyuntura tanto en el mercado domestico como en el global.


Inflación subyacente

Hace ya algunos años, que en los Estados Unidos se publica un índice adicional que se ve despojado justamente de estas variaciones relativas que pueden modificar la ponderación de la inflación real. A este índice se lo conoce como “core inflation”

Para la confección del mismo, se prescinde de los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles y de aquellos bienes y servicios cuyos precios difieren de la tendencia general. O sea, se excluye del cálculo a los precios de los comestibles y de la energía más volátiles, así como los precios concertados o administrados.

En Latinoamérica se la conoce como “inflación subyacente” y quien primero ha adoptado este índice ha sido México en el 2000. Para su confección, elimina el precio de las naftas, electricidad y gas para uso domésticos (precios administrados), del transporte, de la telefonía y otros precios concertados, así como 36 frutas y verduras y otros 20 productos de alta volatilidad/ estacionalidad.

Cuando se analiza una serie de este índice, se puede apreciar un comportamiento más suave, sin las violentas fluctuaciones de la inflación general. Se considera que este índice es la parte estructural de la inflación, y la que marca la tendencia a mediano plazo.

Si bien para el ciudadano común esto parece un sinsentido, ya que sufre los efectos de toda la inflación y no sólo una parte, es un índice fundamental en el análisis macroeconómico. Especialmente en la gestión de política monetaria, donde a través de diversos instrumentos que afectan el índice de precios tales como tasas de redescuento, tasas de referencia, letras de regulación monetaria, encajes, etc., la medición de efectos sobre la inflación subyacente evita las distorsiones que el IPC general contiene de manera implícita.


La inflación y la Argentina

En un reciente trabajo, Antonio Margariti explicaba claramente no sólo las diversas maneras de calcular un índice de precios, sino que agregaba a la discusión la particularidad del gobierno brasileño, quien desde 1934 publica siete índices de precios distintos, variando en la metodología de su obtención (no en los datos relevados), dando así mayor transparencia.

Pero como es de público conocimiento, la actual administración actual ha logrado pulverizar una tradición de seriedad y veracidad que ostentaba el INDEC. En lugar de hacer algo parecido a lo sugerido por Margariti, se hizo exactamente lo contrario. Se buscó timar a la confianza de analistas, inversores y del público en general, manipulando fuera de toda ortodoxia matemática uno de los índices más relevantes de la economía.

Quizás por aquello que la política domina a la economía, y en una vuelta de tuerca adicional y localista, pasamos de índices de inflación general y subyacentes a la “inflación dibujada”.

Podríamos afirmar que este argentinísimo índice, busca al igual que el subyacente, la eliminación de precios volátiles, pero con una particularidad: sólo aquellos cuya volatilidad es positiva (aumento de precio, como la lechuga, los zapallitos, etc.). Cuando por el contrario, la misma es negativa (disminución de precio) el bien o servicio no sólo no es quitado de la base de cálculo, sino que si anteriormente se lo hubiera eliminado, se lo vuelve a considerar.

De manera adicional, el efecto “precio controlado”, hace que el nuevo IPC carezca aun más de validez.

Anteriormente dijimos que se deben sacar del cálculo tanto los precios volátiles como aquellos que no reflejan las consecuencias de la oferta y la demanda (administrados y concertados). Pero aquí se deja a estos últimos de manera que gracias a una ponderación significativa, los precios y tarifas congeladas (por el gobierno) minimizan cualquier otro impacto alcista.

El control de precios no se limita exclusivamente a tarifas de servicios públicos, sino que se incluye desde el pan francés hasta la mayoría de los commodities, desde combustibles hasta alimentos (incluida la carne). Se extiende hasta distorsionar la oferta a través de retenciones o la demanda a través de subsidios.

De esta manera, la inflación general es tan solo un dibujo de la inflación real. Esto no es otra cosa que la racionalización de esa sensación que el público tiene, cuando se publica mensualmente el IPC oficial e instintivamente, la considera una burla.

Pero mucho más peligroso son las consecuencias en la gestión de gobierno. Si a partir de este índice de inflación general dibujado, se busca obtener la inflación subyacente y con la misma se pretende hacer políticas monetarias activas, entonces estamos sentados ya no sobre un barril de pólvora, sino en un polvorín.

Hoy el BCRA se encuentra trabajando en un proyecto para elaborar un índice de inflación subyacente (ponderado por persistencia – IPCP) y según su presidente, de haberse utilizado este método para medir la inflación de los últimos meses, el alza de precios habría sido menor.

Pero coincidiendo con D. Artana de FIEL, “La Argentina no sufre una mayor inflación por un ajuste de precios relativos, como dice el gobierno”. Debemos mirar las desproporciones entre la excesiva demanda agregada y la oferta así como el desmanejo de la política monetaria.

Cuando se calcula la inflación subyacente real, se toma conciencia del polvorín. Cuando ya no sea posible contener la realidad con los dibujos del INDEC, algo que más temprano que tarde va a suceder, entonces habrá muchos que con cara de sorprendido buscarán un culpable, preferentemente extranjero o con ideas económicas distintas, a quien echar las culpas. Aun cuando quienes han armado este polvorín, hayan sido ellos mismos.


Buenos Aires, Agosto 23, 2007.-
Publicado en Fundación ATLAS 1853 (www.atlas.org.ar), NUEVO ENCUENTRO (http://www.nuevoencuentro.com/modules.php?name=News&file=article&sid=2478) y DIARIO DE AMERICA (http://www.diariodeamerica.com/)

miércoles, 22 de agosto de 2007

Aquellos buenos viejos tiempos

Lo único permanente es lo transitorio. Y la política no escapa de esta realidad. Hasta diría que la confirma.

Hace menos de tres semanas, en un intento de entender los escenarios que podían darse según los posibles resultados de las próximas elecciones, me propuse tratar de visualizar las propuestas de política económica entre las que deberíamos elegir.

El caso es que al intentar semblantear una eventual gestión de la Sra. Carrió, me vi forzado a interpretar los documentos emitidos desde Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas (CIEPP), presidido por quien era señalado como el futuro ministro de Economía de la Coalición Cívica: Rubén Lo Vuolo. (ver: Oferta socialista para el 2007: Carrió - http://gustavokupfer.blogspot.com/2007/08/oferta-socialista-para-el-2007-carri.html)

Apenas 48 horas después, la candidata “oficializó” a Pratt Gay como su eventual ministro de Economía. Y debo reconocer que a la fecha no he encontrado comentario alguno del economista en su nuevo papel, que me permitiera ratificar o rectificar lo elaborado anteriormente.

Este reemplazo, ya era todo un cambio en lo que se podía esperar en un eventual gobierno “lilista”. Aun así, desde el ARI y sus aliados, no se escuchó reclamo alguno. Aunque hubo cierto cosquilleo interno.

Pero nada comparado con las reacciones (Macaluse, Maffei, etc.) que provocaron las últimas alternativas no negadas por la propia Carrió. Una eventual alianza con Ricardo López Murphy. A confirmarse orgánicamente el próximo fin de semana.


El PRO

Definitivamente, 2003 fue el año del paroxismo en Recrear. Casi de la nada, López Murphy lograba un tercer puesto en las presidenciales a menos de siete puntos del primero y además, arrasaba en la Ciudad de Buenos Aires. Era el año del “perro”, aunque en el horóscopo chino haya sido otro.

En cambio 2005, fue el regreso a la realidad. Sin antecedentes protagónicos en la política de las grandes ligas y sin haber aprovechado las oportunidades que se presentaron, (recordar aquel cambio de fecha para las elecciones en la ciudad que impulso Ibarra, que le hubieran permitido a López Murphy ganarla cómodamente) la opción elegida fue la peor posible. Y el resultado, un pobrísimo y evitable quinto puesto en la Provincia de Buenos Aires. Una lápida.

De manera paralela, se conformó una alianza la cual tuvo casi como distrito excluyente a la Ciudad de Buenos Aires. Así nació propuesta Republicana. PRO para los amigos.

Con la afirmación de Mauricio Macri como triunfador en aquellos comicios, la lucha por el liderazgo en el PRO estaba definida. Así fue que incluso López Murphy (RLM) debió esperar que Macri decidiera donde jugar en 2007, para él poder mover sus fichas.

La historia reciente dejó claro que Macri no se equivocó cuando apostó por la Ciudad. Y arrasó.

¿Que es lo que muchos esperan de RLM? Seguramente que encuentre un camino sólido para construir un proyecto político serio. Una alternativa real.

Ser primer candidato a diputado nacional, para desde allí posicionarse como jefe de un Interbloque en la única cámara que se puede hacer política, sigue aun siendo una alternativa.

La cámara de senadores quizás da mas brillo, pero hace años que en ella se carece de la menor posibilidad de oponerse a nada. Tan es así, que aun cuando el cuerpo de diputados mas que triplica el de senadores, el hombre (y la mujer) de la calle, no sabe los nombres de los representantes de su propia provincia en la cámara Alta. Mucho menos, los ajenos.


Macri o Carrió

Hasta hace 10 días, al menos de manera pública el desencuentro entre López Murphy y Macri era la falta de apoyo explicito e ilimitado de este a aquel, así como la inflexibilidad del primero en rever el cargo al cual se postulaba.

López Murphy dejó muy claro que atento a los orígenes familiares y como buen descendiente de irlandeses, su tozudez le impedía bajarse de la candidatura presidencial. “No podemos dejar de llevar una alternativa propia” decía el recrearista.

Por su parte, su ambivalencia ante la posibilidad no solo de encontrarse frente a una derrota que licue el peso psicológico del 61% de junio, mas la incomodidad de una importante parte de su propia fuerza, obligaba a Macri a limitar el respaldo que le reclamaban. Proponía en cambio la senaduría para el bulldog. Esto le aseguraría un resultado decente como mínimo en la Ciudad y le daría margen para su negociación interna.

Sorprendentemente, López Murphy se bajaría de su candidatura presidencial y aceptaría la alternativa del senado, pero junto a quien sólo lo une el espanto. Y los viejos recuerdos.

Recrear y el ARI son dos partidos que deben aun crecer, aun con alianzas, hasta convertirse en una alternativa de poder real. Pero uno del otro. Representan ideologías totalmente disímiles.

La separación de poderes, el principio republicano y la idea federal no pueden hacer en una sociedad moderna la diferencia entre un partido y otro. Esos principios deben ser comunes a todos los partidos. A todos los ciudadanos.

Caso contrario, estaríamos dando a la dictadura actual, un status ideológico.

Si López Murphy está dispuesto a dar el paso que sea necesario para poder desalojar a la pareja presidencial, no es hacia a quien por despecho lo hacen mirar, donde debería recalar.

Mantenerse dentro del PRO debe ser ahora la primera prioridad. Y la renuncia a la candidatura presidencial debe ser realizada en el marco de una activa participación no sólo en el gobierno de la Ciudad, sino en el armado de las listas a ser presentadas y en la decisión de los apoyos que el PRO otorgue, el próximo28 de octubre.

Subirse a la Coalición Cívica como candidato a senador, significa no sólo renunciar a una asociación que es mucho más afín, sino también al ostracismo político.

Quizás algunos políticos no lo vean, pero los votos de Recrear no se suman a los del ARI o el socialismo. Una alquimia así sólo puede darse dentro del PRO. Ya sumaron mal en la Provincia, en 2005.

Es mejor planear el futuro, que brindar por los viejos buenos tiempos, ya que no todo pasado fue mejor.


Buenos Aires, Agosto 23, 2007.-

Publicado en La Nueva Provincia (Bahia Blanca)

miércoles, 1 de agosto de 2007

Oferta socialista para el 2007: Carrió

Empiezan a posicionarse los diferentes candidatos para las próximas presidenciales y el pelotón de vanguardia va tomando forma. Elisa “Lilita” Carrió es una de las que tiene plaza asegurada en este grupo.


Marco macroeconómico

Rubén Lo Vuolo es no sólo el economista de cabecera de Carrió, sino el principal referente económico del ARI y de la Coalición Cívica, ambas referenciadas en la propia Carrió. La incorporación de Alfonso Prat Gay es más reciente y todavía no se ha traducido en un programa ni tampoco en declaraciones referenciales del ex presidente del Banco Central.

En Diciembre del 2006, Lo Vuolo publicaba su informe Nro. 53 (Los límites del análisis del comportamiento virtuoso de los agregados macroeconómicos), el cual ayuda a comprender algunas ideas que podrían convertirse en ejes de gestión, en el caso que Carrió accediera a la primera magistratura.

En este trabajo, el economista busca encontrar los puntos de unión entre el modelo implementado en los 90’s y el actual de forma de plantear sus diferencias con ambos. Veamos que nos propone:

“El nuevo esquema macroeconómico de Argentina es más consistente que el vigente durante la Convertibilidad, pero eso no significa que se ha logrado modificar el régimen de organización social construido en los noventa.”

“Es necesario algo más que una política de tipo de cambio competitivo para cambiar los principios de organización social heredados de la década del noventa. Plantearse como objetivo una tasa de crecimiento lo más alta posible confiando en el derrame de sus beneficios, es una apuesta ortodoxa que no apunta a cambios sustantivos del régimen de organización económica y social.”

Es claro que en el corazón de la Coalición, se ve como superadores aquellos elementos que limiten el funcionamiento del mercado. El “derrame” es la consecuencia de un sistema económico libre, con reglas claras y un importante marco institucional, de forma de incentivar las actividades de riesgo, en búsqueda de rentas por encima del promedio, hasta que el propio mercado arbitre y nivele las mismas.

Lo Vuolo expresa su descreimiento hacia este tipo de marco institucional, prefiriendo otros donde no sea a través del mercado, que se definan ganadores y perdedores. Donde un tipo de cambio artificialmente alto y digitado por la autoridad económica, es un punto importante.

Más Aun, “Un cambio sustantivo de este patrón de desigualdad debería colocar en el centro de toda estrategia a la cuestión distributiva.” Dicho de otra manera, la mano “invisible”de Adam Smith, debe pasar a ser la “visible” del estado.

Es entonces que parece que alcanza con superávits gemelos para tener un esquema consistente, aun cuando existan tarifas congeladas, precios regulados y salarios en dólares a niveles comparables de países de muy bajo nivel de desarrollo, donde el trabajador es descartable. Ni que hablar si consideramos que un 45% de la fuerza laboral se encuentra en el mercado informal y por ende sin ningún tipo de protección (laboral, social ni previsional).

“Los modelos ortodoxos asumen que la única institución existente es el mercado, de forma tal que los derechos de propiedad se consideran dados de una vez y para siempre, los contratos firmados y nunca revocados.”

Si no queda claro las implicancias al rechazo de lo denominado por el autor como un “sistema ortodoxo”, menciona como crítica y por ende como elemento a reconsiderar, los alcances de los derechos de propiedad y la validez de los contratos.

Seguramente esto tenga mucho que ver con la propia percepción de no lograr al menos en el 2007, ser parte de una agrupación que vaya a tener la responsabilidad de administrar el poder. De esa forma, podríamos verificar el famoso “Teorema de Baglini”.

En caso de no ser este el caso nos estaríamos encontrando con un frente político que pretende relativizar principios tan básicos como el derecho a la propiedad y en consecuencia, la libertad misma.


Energía

En el mismo informe, el economista dice: “Mas allá de las retenciones y de algunos acuerdos bilaterales entre el gobierno y las empresas petroleras, la novedad es la creación de la empresa Energía Argentina S.A. (ENARSA). Esta empresa se creó sin capacidad para modificar el contexto general en el área”.

Pareciera que la creación de ENARSA no fuera en si mismo un paso atrás. Un sinsentido que a la vista de la experiencia argentina permite augurar ineficiencia y un claro foco de corrupción. Aparentemente, el problema es la falta de capacidad de esta sociedad anónima con mayoría estatal para modificar las condiciones del mercado. Podríamos interpretar que si se hubiera copiado el modelo de PDVSA, donde la misma posee mayoría accionaria a lo largo de toda la actividad hidrocarburífera (upstream y downstream), entonces ENARSA podría haber sido un acierto más del gobierno. O, que en caso de llegar la Dra. Carrió a la presidencia, deberíamos prever la posibilidad de un cambio a la venezolana, sobre el sector.

“La renta petrolera sigue en manos de empresas multinacionales y, pese a que el país es productor y exportador de hidrocarburos, se registran serios problemas de suministro energético que obligaron a importar gas y combustible, mientras caen las reservas petroleras. La falta de estrategia frente a la crítica situación de la matriz energética abre serios interrogantes sobre eventuales cuellos de botella en un contexto de elevadas tasas de crecimiento económico.”

Finalmente podemos ver la cercanía entre el discurso arista y el oficialismo. El problema de la crisis energética no está en la falta de reglas claras y precios intervenidos, que aseguren rentabilidad a los productores en condiciones equiparables a las de otros países y por ende incentiven las inversiones necesarias. Para el referente económico del ARI, el problema parecería estar en las “elevadas tasas de crecimiento”. Y en las empresas privadas.


Borrador de una propuesta

Días atrás, la Sra. Carrió dijo: “Hay tres ejes que son decisivos, uno es el tema inflacionario y por eso proponemos una moneda con real poder adquisitivo, el segundo es un problema estructural vinculado al tema del transporte por lo que proponemos tener un plan vial que mejore la estructura y el transporte de cargas que hoy esta distorsionado”. “El tercer tema es el energético, donde están subvencionadas las clases altas con el dinero que pagan los pobres que tienen valores altísimos en el costo de la garrafa, por eso necesitamos un uso racional de la energía y un plan que reclamamos desde hace años”. (Mar del Plata, 25 de Julio de 2007)

Estos conceptos se expresan de forma muy general y sólo podría analizarse su contenido si se plantearan propuestas más concretas. Podemos afirmar que el discurso económico de la Dra. Carrió carece en general de precisiones o siquiera de algo más que sus títulos. La candidata suele afirmar que además de la adhesión a los principios de la República, con los cuales es difícil estar en desacuerdo, la incorporación a su coalición requiere que se acepte el “desarrollo” y “la distribución del ingreso”. Tal vez falte decir la “mejor” distribución del ingreso para que el concepto se constituya en un objetivo comprensible. Así estaría fuera de discusión, de lo contrario suena como una apelación simplista y meramente efectista además de peligrosa.

Según lo mencionado antes por el propio Lo Vuolo, la alternativa de una flotación del tipo de cambio no esta en la lista de la Coalición. Pareciera entonces que “una moneda con real poder adquisitivo” no implica un peso de más valor sino un tipo de cambio “competitivo”.

Pretender atacar la inflación con un tipo de cambio real alto, el cual sólo se puede lograr a través de sucesivas intervenciones del BCRA en el mercado, es querer apagar el fuego con nafta. En la penúltima semana de julio se vio que ante una leve turbulencia internacional, la Argentina se somete más que cualquier otro país a los vientos de la desconfianza. En esa situación la demanda de pesos se hace rápidamente menor que la oferta. El 55% de las Reservas del BCRA están esterilizadas vía NOBAC y LEBAC, generando un alto costo que debe ser compensado por la renta obtenida por el otro 45%. Algo no que podrá ser mantenido por mucho tiempo.

Por otro lado, la diferencia entre el precio del gas en garrafa (GPL) y el gas natural, es consecuencia de la liberalización parcial del precio del primero y el congelamiento del segundo. No es un subsidio de uno a otro. Lo que ocurriría de liberarse ambos, es que el gas natural aumentaría mucho más que la garrafa. Pero dado su impacto en el IPC, el interés en mantener al gas natural quieto, al menos hasta octubre de 2007, es crucial para la administración actual.

Respecto del precio del GLP, se han presentado muchos proyectos de subsidio al mismo en la Cámara de Diputados. Todos han quedado en el cajón de la presidencia de la Comisión de Presupuesto. Ninguno de dichos proyectos generaba un problema en término presupuestario como para no haber podido ser tratado. Pero esto quizás sirva para mostrar el interés del oficialismo en los más necesitados. Y de todos aquellos que consideran que este modelo tiene alguna consistencia.

Seguramente, a medida que avance el proceso electoral, podremos ir teniendo mayores certezas para analizar a los candidatos. Pero está claro, que por la cercanía de los dichos (y escritos), la explicación de los planes deberán ser muy detalladas para poder revertir los conceptos hasta aquí vertidos.


Buenos Aires, Julio 31, 2007.-

Publicado en Fundación FUTURO ARGENTINO (www.futuroargentino.com.ar), DIARIO DE AMERICA www.diariodeamerica.com) y Fundación ATLAS 1853 (http://www.atlas.org.ar/)

lunes, 23 de julio de 2007

Continuismo familiar

“La novedad del cambio será seguir en la misma dirección”. Si bien no sorprendió a nadie, la candidata del kirchnerismo dejó muy claro hacia donde pretende ir. En una sola frase, decidió bajar el estudiado slogan de su primera campaña gráfica. Entonces, el cambio no comenzará en 2007 si Cristina Fernández de Kirchner resulta electa presidente.

Esta definición no es menor. Permitirá no atenernos exclusivamente a lo que digan los eventuales portavoces de la señora. Lo realizado por su marido en los últimos cuatro años y lo que haga o diga cualquiera de los miembros de la pareja reinante o sus descartables acólitos, son y serán elementos a considerar en cualquier análisis.


Las “tres construcciones basales”

El pasado jueves, fue el lanzamiento de la candidatura y es necesario rescatar algunas ideas que si bien distan de ser memorables, sirven para semblantear a la heredera del pingüinismo.

En un discurso vacío de datos duros y lleno de generalidades presuntuosas, sirvió para mostrar que es poco lo que podrá ser discutido con la eventual presidenta. Tal como hoy ocurre con su marido.

Tres fueron los puntos que a criterio de la oradora son los ejes de su eventual próxima administración. Y como no puede ser de otra manera, deben ser considerados “casi fundacionales” y “sobre los que vamos a construir la Argentina que viene, la Argentina del bicentenario”. La típica visión megalómana de la refundación constante.

“La reconstrucción del estado constitucional” es el primero de esos ejes. “Había una clara intuición popular que por presión de sectores, de grupos económicos, de grupos de presión, o tal vez por decisión, quien ocupaba ese sillón no era realmente quien tomaba las decisiones”.

Si entendemos al estado constitucional, según lo marca nuestra constitución (y no la cubana), entonces veremos que salvo durante los procesos militares, nunca un presidente avasalló de forma tan determinante y sin ningún prurito a los otros poderes, como se lo hizo durante los últimos cuatro años.

Incluyó la idea del deterioro institucional de “ese Poder Legislativo que también por defección, por presión o por corrupción podíamos ver que en lugar de votar las leyes que merecían y necesitábamos los argentinos se votaba porque lo pedía el Fondo o porque un ministro tenía la Banelco”.

Desde hace cuatro años que el dueño de la Banelco o impulsor de “la cadena de la felicidad”, ya no es un ministro sino el propio presidente, quien desde el ahogo que significa la situación fiscal de la mayoría de las provincias y la masa de ingresos no coparticipables en manos del ejecutivo nacional, logra no solo la votación de una ley, sino la imposición de la agenda completa para el Congreso de la Nación.

Pocas veces la institucionalidad argentina ha sufrido tanto como con esta administración (y seguramente, en su continuidad conyugal). Lo demuestra el atropello que sufrió la Corte para colocar allí jueces propios que lograran imponer la teoría de un solo terrorismo.

Entender que la economía es una actividad inherente y básica del ser humano, quizás fue su único acierto cuando comenzó a explicar el segundo eje: el modelo económico y social.

A partir de aquí, se enredó de manera alarmante para quien pretende conducir el destino de un pueblo, en la definición de modelos económicos. Sin entrar a analizar su sesgada y pobrísima visión sobre la historia de finales del siglo XIX y comienzos del XX, plantea la dicotomía entre los modelos de acumulación (su elegido) y modelos de transferencia de riqueza (“que operó durante el modelo neoliberal de los años 90”).

Tal como empíricamente se verifica en el resto del mundo, la alternancia en el poder entre partidos de orientación liberal y los de orientación socialista, produce que sean los primeros quienes acumulan riqueza, a través de la baja de impuestos y otros incentivos (no subsidios) a la actividad privada y los segundos tienden a la redistribución de la riqueza nacional previamente acumulada. Es justamente en sentido inverso al mencionado por la candidata.

Claro que ambas corrientes ideológicas hacen de la seguridad jurídica una piedra basal de sus respectivas administraciones, así como del respeto por la libertad y la propiedad privada. Algo que por aquí se consideran elementos de importancia relativa.

Son estos los conceptos que debemos considerar como inmutables. Su discusión son las convierten a las elecciones presidenciales en “ruletas rusas”.

Pretender uniformidad en el pensamiento de los argentinos, es pretender eliminar el derecho al disenso. Es querer terminar con el sistema republicano e instaurar uno totalitario. Parafraseando a la oradora, “Esto no lo tolera ni el país ni la sociedad ni la historia”. La alternancia política es el camino.


Revisionismo histórico

Da algo de miedo que sólo podamos aprender de nuestra propia historia de un siglo atrás y no sepamos entender porque el mundo está donde está. Sin descartar las experiencias que podemos obtener de estudiar que sucedió entre 1880 y 1930, no debemos olvidar que hoy el mundo es totalmente distinto a aquel. Y los habitantes de este país, también.

Un mundo globalizado e hiper comunicado, no puede ser entendido en términos de una discusión de modelos agrícola-ganaderos versus industrialista. Ya no sólo no pueden ser considerados modelos antagónicos, sino que quien sólo cuente o favorezca uno sólo de ellos, será estructuralmente pobre. La economía moderna es mucho más complicada que enfrentar vacas con chimeneas.

Es probablemente esta visión “ombliguista” la que hace pensar a la candidata (y a toda la administración actual) que la razón por la cual se verifican los logros económicos de los últimos años, deben buscarse en los aciertos de gestión de su marido. Según ellos, nada tiene que ver el contexto internacional, en el cual sólo cinco naciones en el mundo no han logrado crecer en el 2006, así como que el 47% de las naciones creció por encima del 5%.

Habla de una cosecha record, como si el actual contexto legal-fiscal propendiera a ese objetivo. Es en realidad a pesar de la administración actual y gracias al impulso generado en la demanda global de alimentos, que la Argentina logró ese record.

Y fue gracias al esfuerzo de los productores del sector, que ese record en términos de volumen y al precio internacional, que el Estado logró vía retenciones a las exportaciones, sucesivos records de recaudación, manteniendo así los superávits gemelos ($26.300 millones de ingresos por retenciones e Impuesto al cheque versus $23.000 millones de superávit fiscal).

De esta manera queda claro que los logros en la economía de esta administración, en poco o nada se deben a lo que sus responsables han hecho. Más aun, podemos afirmar que se lograron a pesar de ellos.

Nada se dijo respecto de la crisis energética, del creciente aumento del gasto por encima del nivel de crecimiento de los ingresos, ni siquiera del déficit de seguridad que asola al país y nos coloca en una situación similar a la previa a la creación del estado moderno.


“Proponer la institucionalización del modelo”

“Yo veía en un acuerdo donde empresarios y trabajadores podamos acordar junto al Estado cuáles van a ser las metas a mediano y largo plazo, no solamente discutir precios o salarios, fijar el modelo en que vamos a trabajar y producir porque es lo que más le conviene al país.” “Este acuerdo institucionalizado es lo que va a garantizar entonces la novedad del cambio, que es precisamente seguir en una misma dirección”.

La candidata neo hegeliana demuestra su poco apego a las libertades. Y demuestra su vocación hacia el autoritarismo.

La convocatoria a sectores del trabajo y la producción serán a condición que toda discusión sea dentro del marco de asegurar “la novedad del cambio”. No estarán invitados los partidos opositores. Tampoco quienes quieran un cambio real. Ni siquiera aquellos que disientan en este novedoso concepto de “cambio”.

Quizás nos esté avisando de un intento de reforma constitucional, de manera de adaptarla a todo aquello que el matrimonio gobernante considera que es lo mejor (¿Para quién?). Y eliminar todos aquellos impedimentos, tales como la libertad y la propiedad.

Quizás algunos muerdan el anzuelo. Seguramente aquellos representantes que solo se representan a si mismos.

Dependerá de todos asegurar que Argentina no se sume a la locura retrograda del movimiento cubano chavista.


Buenos Aires, Julio 23, 2007.-

Publicado en Fundación ATLAS 1853 (
www.atlas.org.ar)

martes, 17 de julio de 2007

Gatopardismo K

“Algo debe cambiar para que todo siga igual”. Giuseppe di Lampedusa ponía esta célebre frase en boca del Principe Corbera, en la recordada novela El Gatopardo.

Aunque con menor pretensión artística, es lo que parece querer decirnos la propaganda oficialista al proponer a Cristina de Kirchner como heredera de su cónyuge, cuando dice “El cambio recién empieza”. O sea, los últimos cuatro años, los perdimos. Hay que asumirlo.

El planteo del cambio es en si mismo inverosímil, salvo que la senadora tenga previsto ingresar con beneficio de inventario, acusando a su predecesor sobre la herencia recibida. Y más allá de los desencuentros que los Kirchner tengan entre ellos, nadie hoy considera que ese sea el escenario a partir del próximo 10 de diciembre.

Más aun, los actos de gobierno que ya esta administración se encuentra realizando, empiezan a sonar como la preparación para el nuevo mandato. Casi una transición ordenada.

Es en este contexto, en los albores de la campaña y horas antes del lanzamiento oficial de la primera dama como candidata presidencial, nos proponemos comenzar a analizar los rumbos de una eventual gestión K-2, mirando lo dicho y lo hecho hasta aquí. Un verdadero desafío para interpretar a quienes descreen de la comunicación de los actos de gobierno.


Política monetaria y cambiaria

El BCRA seguirá interviniendo de manera importante en el mercado cambiario, acumulando reservas internacionales. De esta forma, seguiremos con un dólar alto, seguirán acumulándose pasivos en la entidad monetaria y por ende la inflación seguirá perturbando la paz de los cementerios.

Esto se desprende de las afirmaciones del kirchnerista vicepresidente del BCRA, Miguel Angel Pesce, quien días atrás aseguró por radio que “la actual política monetaria continuará en los próximos cuatro años, durante los cuáles se mantendrá el tipo cambio alto y la acumulación de reservas”.

Aseguró que “Tenemos una demanda de pesos y un superávit de balanza de pagos muy importantes. De ahí surge la intervención que tiene que realizar el Banco Central en el mercado de cambios”.

Nada dijo respecto que el superávit poco tiene que ver con acciones realizadas por la administración actual, sino que surge del fabuloso incremento en los valores de los commodities.

Tanto de los productos del agro como del petróleo y sus derivados, aunque esa renta no queda en manos de quien la genera, sino que es expropiada por el gobierno, a través de las retenciones a las exportaciones. Cuando no se impide directamente la exportación.

Por otro lado, la fuerte demanda de pesos, como lo dice el funcionario, tiene más que ver con un seguro de cambio implícito, que permite con tasas inflacionarias, obtener muy buenos rendimientos financieros en moneda dura (dólares, euros, etc.). De esta manera, es el propio gobierno quien fomenta las inversiones especulativas.


Brasil e inversión

“Brasil ha permitido una revaluación muy fuerte de su moneda, pero lo está pagando con una tasa de crecimiento mucho más baja de la que tiene la Argentina” agrego el número dos del BCRA.

Como contracara, Brasil no tuvo una crisis como la nuestra, por lo que el crecimiento menor parte desde un nivel de actividad sin caídas bruscas y por ende sin capacidad ociosa, más allá de la empresarialmente prevista. Luego de superada su propia crisis, Brasil ha dejado flotar su moneda la cual se ha revaluado a los valores que el mercado consideró convenientes.

De esta forma, no sólo no se han acumulados fuertes pasivos en la autoridad monetaria brasileña como consecuencia de una política intervencionista, ni se ha incrementado la oferta de dinero más allá de la demanda correspondiente, sino que además el poder adquisitivo de los salarios no ha sido brutalmente disminuido.

Más aun, dado que la devaluación inicial del real llegó a R2.90 por dólar y hoy la moneda americana vale menos de R1.90, el poder adquisitivo se ha elevado en los últimos 18 meses. Y los brasileños se han dado cuenta, prefiriendo sus tasas de crecimiento a nuestro caos.

Por último, los ingresos de divisas en el país hermano han ido de manera muchos más importante hacia la inversión en la economía real, en lugar de las especulaciones financieras. Esto no sólo influye en la calidad de la inversión sino que al captar inversión productiva, los trabajadores brasileños tienen más y mejores oportunidades de progreso personal.

En este punto, cabe recordar que la calidad de los números macroeconómicos y la calidad institucional del Brasil, le permitió quedarse en el 2006 con U$S 18.780 millones de Inversión Extranjera Directa (IED), sobre un total de U$S 72.440 millones que captó la región, mientras que la Argentina sólo obtuvo U$S 4.809 millones. Quizás nuestros vecinos no estén tan equivocados.


El cambio que no cambia

"Creo que el año que viene va a repetirse el proceso. Y en una economía de mercado, no hay manera de impedir que quien realiza comercio con el exterior y desea pesos y no dólares, no venga al Banco Central a pretender cambiarlos", finalizó Pesce.

Probablemente la llegada a la temporada electoral preste a confusión a algunos funcionarios que por temor a quedar desempleados, confunden algunos principios elementales de la economía.

En una economía de mercado, no sólo no hay intervención del estado en la política monetaria, más allá de las eventuales crisis a las que indefectiblemente los mercados están expuestos, sino que tampoco debería haber intervención en el resto de las actividades productivas. Intervenciones que no hacen más que deformar los indicadores que una economía de mercado precisa, para poder funcionar correctamente.

Dicho de otra manera, en la Argentina la ley de la oferta y la demanda se verifica en muy pocos sectores, por lo que en general podemos afirmar que no es esta una economía de mercado. Principalmente a causa de esta administración.

Descartado este seguro involuntario error, es preciso recordar que atento que hay un seguro de cambio implícito en la convertibilidad actual del 3 a 1, sería muy tonto que el mercado no se desprenda de sus dólares, para colocarlos a tasas argentinas y luego recomprarlos, obteniendo así una renta en dólares más que interesante.

No debemos olvidar, que la compra de dólares que el vicepresidente del Central Pesce hace mención en su comentario, han obligado a esta institución a endeudarse por más de U$S 20.000 millones, siendo las reservas netas de “tan solo” U$S 23.000 millones.

Por ahora se han logrado tasas del 8.5%/ 9.5% para refinanciar estos pasivos, sin afectar el balance del BCRA, dado el stock actual.

En caso que aparecieran expectativas inflacionarias al alza, por cuestiones ajenas a la política monetaria (faltantes de productos por baja en los niveles de actividad, por desincentivos a la producción, por exceso de regulaciones, déficit fiscal, etc.), se verificará un lógico aumento en la tasas de las LEBAC y las NOBAC, los instrumentos con lo que se esteriliza la oferta de dinero no demandada, llegando rápidamente al temido déficit cuasifiscal.

Aunque habrá un punto, al que a ninguna tasa será posible renovar aquellos instrumentos y entonces el castillo de naipes caerá irremediablemente.

Por otro lado, la política monetaria actual genera un piso inflacionario creciente tal, que no es posible esperar una baja en aquellas tasas, de forma tal que por una cuestión de stock también creciente, aun en un escenario de expectativas estables, también llegaremos al déficit cuasifiscal.

Es así que estamos eligiendo la forma de morir.

Esperemos que estos deseos de continuidad en la cúpula del BCRA, no sean más que otra promesa electoral. De esas que nunca se cumplen.


Buenos Aires, Julio 17, 2007.-

Publicado en Fundación ATLAS 1853 (www.atlas.org.ar) y DIARIO DE AMERICA (www.diariodeamerica.com)

miércoles, 11 de julio de 2007

Medio Ambiente y Estado

El pasado domingo 08 de Julio, la edición dominical del diario Clarín nos sorprendió con dos hechos, bastantes inusuales. Por un lado y después de más de cuatro años de kircherismo en el poder, hizo pública una Investigación (con mayúscula), sobre la corrupción en la administración.

Por el otro, puso blanco sobre negro la corrupción que entre todos financiamos, para que algunos puedan llenarse la boca con supuestas políticas sobre el Medio Ambiente.


Una política progresista?

Desde que la izquierda más seria dejó de enarbolar las banderas del marxismo inicial, entre ellas la revolución del proletariado, el fin del capitalismo, etc., y en la búsqueda de nuevos paradigmas, tomó como propio la defensa del Medio Ambiente.

No está de más aclarar que lo ha hecho exclusivamente como bandera política y pocas veces ha presentado programas estratégicos serios que realmente demuestren que es una prioridad. Aunque como es habitual, la violencia ha sido muchas veces justificada, en nombre de la humanidad.

No es porque quienes queremos el progreso (seremos progresistas o no?) desde otra ubicación ideológica, no pensemos en el medio ambiente. Pero preferimos dejar de lado a los grandes planes estratégicos, ya que estos traen si o si adheridos, burócratas megalómanos que pretenden imponerlos. Muchas veces, mejorando más el ambiente en el ellos viven que el Medio Ambiente.

Y como era de esperar, en Argentina no podíamos privarnos de tener nuestros propios casos emblemáticos.


De María Julia a Romina

Desde aquella presuntuosa sentencia de la ex Secretaria de Medio Ambiente Alsogaray, respecto de los 1.000 días necesarios para limpiar el Riachuelo, hasta la afirmación de la actual Secretaria Romina Picolotti, que en su gestión “todo es claro como el agua” (será la del mismo Riachuelo?), no ha pasado mucho. O mejor dicho, se han gastado millones de pesos (o dólares o euros, no importa) para que algunos puedan vivir en lujosos palacetes o torres de Puerto Madero.

La Corte Suprema dejó la semana pasada al descubierto no sólo la “imprecisa” presentación que hiciera Picolotti, casi haciendo que añoremos aquella promesa de Maria Julia, sino además, la escasa capacidad de al menos rodearse con gente que supiera del tema.

Solo le bastaba con hacer un llamado telefónico a la UBA y pedir asesoramiento a los mismos a quienes después recurrieron el ministro Lorenzetti y sus colegas.


La burocracia progresista

Un presupuesto quintuplicado, plagado de fondos sin control que permitieron contratos de trabajos con valores por fuera de los parámetros del estado, nepotismo, viajes en jets privados, fiestas, alquileres, etc., demuestran que no necesariamente por haber participado del activismo ambientalista, se está condiciones técnicas ni éticas de asumir la responsabilidad del área.

Pero debemos entender que lo que buscó esta administración, no fue nombrar en un área sensible como esta, (atento que los resultados se verán dentro de varias décadas), a quien tuviera la capacidad de definir objetivos y programar las tareas necesarias para llevarlos a cabo, sino tan solo se buscó la capitalización de un conflicto (Botnia), con vista a un año electoral, comprando a sus responsables.

Es que la actual Secretaria, era una de las cabezas visibles del movimiento “No a las papeleras”. Y su marido lo sigue siendo, con lo que de esta forma el matrimonio Taillant - Picolotti, logra un pie en cada plato.

La falla está implícita en el mismo acto de nombramiento. Cuando el Estado se convierte en juez y parte, la corrupción se torna demasiado tentadora como para que pueda ser evitada. Si es el mismo burócrata quien debe llevar a cabo las acciones necesarias para lograr una mejora en el Medio Ambiente, pero es además el responsable de controlar que esas acciones sean llevadas a cabo, los fondos serán gastados pero nadie nunca podrá beber agua del Riachuelo.

Ya lo vemos con los casos de corrupción que todos los días se destapan y casi anestesiados, seguimos sin reaccionar. Skanska es quizás el más emblemático de los últimos tiempos. Pero no debemos olvidarnos de los desmanejos que se hacen con la asignación de subsidios al transporte, la importación de combustibles al triple del precio que lo podríamos obtener internamente, el intento de cancelar deuda de manera poco transparente al Grupo Grecco, los fondos en el baño de la ministra de Economía, los fondos de Santa Cruz, el tendido de los 500 MW de Choele a Puerto Madryn, la licitación de áreas de explotación petrolera en el Sur, la renegociación del contrato de Santa Cruz con Pan American Energy, la adjudicación de terrenos adyacentes al Perito Moreno por $7.50 el m2, etc., etc. etc.


Pingüinos vs. Pingüinas

Está claro que existe una interna entre los seguidores del Califa y los de la Reina. No es este hecho una novedad de esta administración. Ni siquiera es algo cuestionable. Desde Machiavello, el dividir hace más fácil reinar.

Pero que se estén tirando este tipo de proyectiles a través de los medios, indica sin lugar a dudas que sólo estamos en condiciones de ver los que ellos consideran conveniente a sus propios objetivos personales o de clan. Pero de ninguna manera, podríamos pensar que es todo.

Una república diezmada, sin instituciones y con la cuasi suma del poder en una sola mano, hace que los ciudadanos de a pie, estemos indefensos.

Probablemente, si las elecciones no estuvieran tan cerca, si quedara aun algo que poder canjearle al gobierno a cambio de silencio, la investigación no habría salido a la luz. Como seguramente otras duermen en algún olvidado cajón. Quizás a la espera de pretender despegarse de un silencio cómplice durante más de cuatro años. O queriendo asegurarse las mieles del poder, durante los próximos cuatro.


Conclusión

No debe sorprendernos el momento en que apareció esta investigación. Aun así, bienvenida sea. Tal vez podamos prever que en las próximas semanas muchas cuitas serán ventiladas desde o en la prensa escrita. Entonces muchos amigos de lo ajeno será deschavados.

Más estado no asegura mejor calidad de vida para los ciudadanos. Lo que se requiere es MEJOR estado. Con controles cruzados. Con poderes independientes.

Casi una República.


Buenos Aires, Julio 10, 2007.-

Publicado en Fundación ATLAS 1853 (www.atlas.org.ar) y DIARIO DE AMERICA (www.diariodeamerica.com)