Empiezan a posicionarse los diferentes candidatos para las próximas presidenciales y el pelotón de vanguardia va tomando forma. Elisa “Lilita” Carrió es una de las que tiene plaza asegurada en este grupo.
Marco macroeconómico
Rubén Lo Vuolo es no sólo el economista de cabecera de Carrió, sino el principal referente económico del ARI y de la Coalición Cívica, ambas referenciadas en la propia Carrió. La incorporación de Alfonso Prat Gay es más reciente y todavía no se ha traducido en un programa ni tampoco en declaraciones referenciales del ex presidente del Banco Central.
En Diciembre del 2006, Lo Vuolo publicaba su informe Nro. 53 (Los límites del análisis del comportamiento virtuoso de los agregados macroeconómicos), el cual ayuda a comprender algunas ideas que podrían convertirse en ejes de gestión, en el caso que Carrió accediera a la primera magistratura.
En este trabajo, el economista busca encontrar los puntos de unión entre el modelo implementado en los 90’s y el actual de forma de plantear sus diferencias con ambos. Veamos que nos propone:
“El nuevo esquema macroeconómico de Argentina es más consistente que el vigente durante la Convertibilidad, pero eso no significa que se ha logrado modificar el régimen de organización social construido en los noventa.”
“Es necesario algo más que una política de tipo de cambio competitivo para cambiar los principios de organización social heredados de la década del noventa. Plantearse como objetivo una tasa de crecimiento lo más alta posible confiando en el derrame de sus beneficios, es una apuesta ortodoxa que no apunta a cambios sustantivos del régimen de organización económica y social.”
Es claro que en el corazón de la Coalición, se ve como superadores aquellos elementos que limiten el funcionamiento del mercado. El “derrame” es la consecuencia de un sistema económico libre, con reglas claras y un importante marco institucional, de forma de incentivar las actividades de riesgo, en búsqueda de rentas por encima del promedio, hasta que el propio mercado arbitre y nivele las mismas.
Lo Vuolo expresa su descreimiento hacia este tipo de marco institucional, prefiriendo otros donde no sea a través del mercado, que se definan ganadores y perdedores. Donde un tipo de cambio artificialmente alto y digitado por la autoridad económica, es un punto importante.
Más Aun, “Un cambio sustantivo de este patrón de desigualdad debería colocar en el centro de toda estrategia a la cuestión distributiva.” Dicho de otra manera, la mano “invisible”de Adam Smith, debe pasar a ser la “visible” del estado.
Es entonces que parece que alcanza con superávits gemelos para tener un esquema consistente, aun cuando existan tarifas congeladas, precios regulados y salarios en dólares a niveles comparables de países de muy bajo nivel de desarrollo, donde el trabajador es descartable. Ni que hablar si consideramos que un 45% de la fuerza laboral se encuentra en el mercado informal y por ende sin ningún tipo de protección (laboral, social ni previsional).
“Los modelos ortodoxos asumen que la única institución existente es el mercado, de forma tal que los derechos de propiedad se consideran dados de una vez y para siempre, los contratos firmados y nunca revocados.”
Si no queda claro las implicancias al rechazo de lo denominado por el autor como un “sistema ortodoxo”, menciona como crítica y por ende como elemento a reconsiderar, los alcances de los derechos de propiedad y la validez de los contratos.
Seguramente esto tenga mucho que ver con la propia percepción de no lograr al menos en el 2007, ser parte de una agrupación que vaya a tener la responsabilidad de administrar el poder. De esa forma, podríamos verificar el famoso “Teorema de Baglini”.
En caso de no ser este el caso nos estaríamos encontrando con un frente político que pretende relativizar principios tan básicos como el derecho a la propiedad y en consecuencia, la libertad misma.
Energía
En el mismo informe, el economista dice: “Mas allá de las retenciones y de algunos acuerdos bilaterales entre el gobierno y las empresas petroleras, la novedad es la creación de la empresa Energía Argentina S.A. (ENARSA). Esta empresa se creó sin capacidad para modificar el contexto general en el área”.
Pareciera que la creación de ENARSA no fuera en si mismo un paso atrás. Un sinsentido que a la vista de la experiencia argentina permite augurar ineficiencia y un claro foco de corrupción. Aparentemente, el problema es la falta de capacidad de esta sociedad anónima con mayoría estatal para modificar las condiciones del mercado. Podríamos interpretar que si se hubiera copiado el modelo de PDVSA, donde la misma posee mayoría accionaria a lo largo de toda la actividad hidrocarburífera (upstream y downstream), entonces ENARSA podría haber sido un acierto más del gobierno. O, que en caso de llegar la Dra. Carrió a la presidencia, deberíamos prever la posibilidad de un cambio a la venezolana, sobre el sector.
“La renta petrolera sigue en manos de empresas multinacionales y, pese a que el país es productor y exportador de hidrocarburos, se registran serios problemas de suministro energético que obligaron a importar gas y combustible, mientras caen las reservas petroleras. La falta de estrategia frente a la crítica situación de la matriz energética abre serios interrogantes sobre eventuales cuellos de botella en un contexto de elevadas tasas de crecimiento económico.”
Finalmente podemos ver la cercanía entre el discurso arista y el oficialismo. El problema de la crisis energética no está en la falta de reglas claras y precios intervenidos, que aseguren rentabilidad a los productores en condiciones equiparables a las de otros países y por ende incentiven las inversiones necesarias. Para el referente económico del ARI, el problema parecería estar en las “elevadas tasas de crecimiento”. Y en las empresas privadas.
Borrador de una propuesta
Días atrás, la Sra. Carrió dijo: “Hay tres ejes que son decisivos, uno es el tema inflacionario y por eso proponemos una moneda con real poder adquisitivo, el segundo es un problema estructural vinculado al tema del transporte por lo que proponemos tener un plan vial que mejore la estructura y el transporte de cargas que hoy esta distorsionado”. “El tercer tema es el energético, donde están subvencionadas las clases altas con el dinero que pagan los pobres que tienen valores altísimos en el costo de la garrafa, por eso necesitamos un uso racional de la energía y un plan que reclamamos desde hace años”. (Mar del Plata, 25 de Julio de 2007)
Estos conceptos se expresan de forma muy general y sólo podría analizarse su contenido si se plantearan propuestas más concretas. Podemos afirmar que el discurso económico de la Dra. Carrió carece en general de precisiones o siquiera de algo más que sus títulos. La candidata suele afirmar que además de la adhesión a los principios de la República, con los cuales es difícil estar en desacuerdo, la incorporación a su coalición requiere que se acepte el “desarrollo” y “la distribución del ingreso”. Tal vez falte decir la “mejor” distribución del ingreso para que el concepto se constituya en un objetivo comprensible. Así estaría fuera de discusión, de lo contrario suena como una apelación simplista y meramente efectista además de peligrosa.
Según lo mencionado antes por el propio Lo Vuolo, la alternativa de una flotación del tipo de cambio no esta en la lista de la Coalición. Pareciera entonces que “una moneda con real poder adquisitivo” no implica un peso de más valor sino un tipo de cambio “competitivo”.
Pretender atacar la inflación con un tipo de cambio real alto, el cual sólo se puede lograr a través de sucesivas intervenciones del BCRA en el mercado, es querer apagar el fuego con nafta. En la penúltima semana de julio se vio que ante una leve turbulencia internacional, la Argentina se somete más que cualquier otro país a los vientos de la desconfianza. En esa situación la demanda de pesos se hace rápidamente menor que la oferta. El 55% de las Reservas del BCRA están esterilizadas vía NOBAC y LEBAC, generando un alto costo que debe ser compensado por la renta obtenida por el otro 45%. Algo no que podrá ser mantenido por mucho tiempo.
Por otro lado, la diferencia entre el precio del gas en garrafa (GPL) y el gas natural, es consecuencia de la liberalización parcial del precio del primero y el congelamiento del segundo. No es un subsidio de uno a otro. Lo que ocurriría de liberarse ambos, es que el gas natural aumentaría mucho más que la garrafa. Pero dado su impacto en el IPC, el interés en mantener al gas natural quieto, al menos hasta octubre de 2007, es crucial para la administración actual.
Respecto del precio del GLP, se han presentado muchos proyectos de subsidio al mismo en la Cámara de Diputados. Todos han quedado en el cajón de la presidencia de la Comisión de Presupuesto. Ninguno de dichos proyectos generaba un problema en término presupuestario como para no haber podido ser tratado. Pero esto quizás sirva para mostrar el interés del oficialismo en los más necesitados. Y de todos aquellos que consideran que este modelo tiene alguna consistencia.
Seguramente, a medida que avance el proceso electoral, podremos ir teniendo mayores certezas para analizar a los candidatos. Pero está claro, que por la cercanía de los dichos (y escritos), la explicación de los planes deberán ser muy detalladas para poder revertir los conceptos hasta aquí vertidos.
Buenos Aires, Julio 31, 2007.-
Publicado en Fundación FUTURO ARGENTINO (www.futuroargentino.com.ar), DIARIO DE AMERICA www.diariodeamerica.com) y Fundación ATLAS 1853 (http://www.atlas.org.ar/)
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario