Tanto los analistas políticos sospechados de un tinte oficialista exagerado como los que se ubican en las antípodas, coinciden en una de las causas de un eventual triunfo del matrimonio presidencial.
Esta coincidencia es que de tanto machacar a través de los medios de prensa, que el triunfo está asegurado y las elecciones son tan sólo un trámite, esto podría convertirse en realidad. Al mejor estilo goebbeliano.
Algún candidato opositor hasta ha enmarcado este accionar, como delito. Y si bien esta figura no existe, lo que seguramente habrá que investigar, es el origen de los fondos y la utilización de los recursos del estado en la campaña de la consorte presidencial.
Posición dominante
Pero no sólo la propaganda oficial es el elemento que ayudaría a inclinar la balanza del próximo domingo. De hecho, en términos de eventuales irregularidades y/o ilícitos, es el menor de los males.
Es el manejo discrecional de fondos públicos, durante todo el periodo presidencial el factor más relevante. Cincuenta mil millones de pesos, en poco más de cuatro años han sido administrados por fuera de todo control republicano.
No es fácil (por la magnitud de la cifra) imaginarse todo lo que se puede hacer y las voluntades que se pueden comprar o alquilar. Pero tampoco es difícil imaginar que son muchas.
A esto se debe sumar que desde hace once años que institucionalmente la Argentina vive en default. Desde 1996. Año en que la nueva Ley de Coparticipación Federal de Impuestos debería estar reglamentada, según lo dicta la Constitución de 1994. Pero esto no ha ocurrido y es difícil que vaya a suceder en el corto plazo..
Se suele decir que no habría mayores cambios de lograrse esta ley o que los tiempos actuales, no son los ideales para intentarlo. La pregunta es: ¿Ideales para quien?
El ahogo financiero que implica la actual Ley de Coparticipación para gobernadores e intendentes, la vuelve ideal para quien detenta el poder a nivel nacional.
La imposibilidad en muchos casos de poder pagar los sueldos y demás gastos corrientes con lo que cada jurisdicción recauda, es el blanco principal del chantaje financiero ejercido desde la capital. Aunque siempre por presidentes de origen no porteño.
Y esta capacidad de presión, es utilizada no sólo para los negocios de algún ministro, sino para armar las listas de Diputados y Senadores que representen al ejecutivo nacional. Jamás al pueblo.
El 28 de Octubre
El próximo domingo no sólo se vota por presidente y vicepresidente. Aunque esto sea lo que el gobierno pretenda que parezca.
La composición de las Cámaras nacionales, provinciales y municipales, así como muchos de los ejecutivos provinciales y los jefes municipales estarán en juego.
Minimizar el poder presidencial seria una ridículo. Entregarles además todo la estructura de poder en los tres niveles, seria una tontería. No votar, seria una estupidez mayúscula.
No es mi pretensión direccionar el voto opositor hacia un candidato en particular. Si lo es el llamar la atención sobre la necesidad de voto y de hacerlo según las propias convicciones.
La elección por el mal menor debería ser el 4 de noviembre, cuando entonces si, sólo estemos votando entre dos alternativas presidenciales. Pero para esto, debemos ignorar el mensaje del “triunfo asegurado” del oficialismo
El próximo domingo no es uno más. Es quizás el más importante del año. Y de los próximos cuatro. Aun cuando haya ballotage, la elección del 28 es crucial.
Vayamos a votar con nuestros hijos. Y hagámoslos como ellos se lo merecen. El domingo estaremos construyendo una parte importante de su futuro.
Buena elección.
Buenos Aires, Octubre 24, 2007.-
Publicado en Diario Rio Negro (Rio Negro y Neuquen) y DIARIO DE AMERICA (http://www.diariodeamerica.com/)
Esta coincidencia es que de tanto machacar a través de los medios de prensa, que el triunfo está asegurado y las elecciones son tan sólo un trámite, esto podría convertirse en realidad. Al mejor estilo goebbeliano.
Algún candidato opositor hasta ha enmarcado este accionar, como delito. Y si bien esta figura no existe, lo que seguramente habrá que investigar, es el origen de los fondos y la utilización de los recursos del estado en la campaña de la consorte presidencial.
Posición dominante
Pero no sólo la propaganda oficial es el elemento que ayudaría a inclinar la balanza del próximo domingo. De hecho, en términos de eventuales irregularidades y/o ilícitos, es el menor de los males.
Es el manejo discrecional de fondos públicos, durante todo el periodo presidencial el factor más relevante. Cincuenta mil millones de pesos, en poco más de cuatro años han sido administrados por fuera de todo control republicano.
No es fácil (por la magnitud de la cifra) imaginarse todo lo que se puede hacer y las voluntades que se pueden comprar o alquilar. Pero tampoco es difícil imaginar que son muchas.
A esto se debe sumar que desde hace once años que institucionalmente la Argentina vive en default. Desde 1996. Año en que la nueva Ley de Coparticipación Federal de Impuestos debería estar reglamentada, según lo dicta la Constitución de 1994. Pero esto no ha ocurrido y es difícil que vaya a suceder en el corto plazo..
Se suele decir que no habría mayores cambios de lograrse esta ley o que los tiempos actuales, no son los ideales para intentarlo. La pregunta es: ¿Ideales para quien?
El ahogo financiero que implica la actual Ley de Coparticipación para gobernadores e intendentes, la vuelve ideal para quien detenta el poder a nivel nacional.
La imposibilidad en muchos casos de poder pagar los sueldos y demás gastos corrientes con lo que cada jurisdicción recauda, es el blanco principal del chantaje financiero ejercido desde la capital. Aunque siempre por presidentes de origen no porteño.
Y esta capacidad de presión, es utilizada no sólo para los negocios de algún ministro, sino para armar las listas de Diputados y Senadores que representen al ejecutivo nacional. Jamás al pueblo.
El 28 de Octubre
El próximo domingo no sólo se vota por presidente y vicepresidente. Aunque esto sea lo que el gobierno pretenda que parezca.
La composición de las Cámaras nacionales, provinciales y municipales, así como muchos de los ejecutivos provinciales y los jefes municipales estarán en juego.
Minimizar el poder presidencial seria una ridículo. Entregarles además todo la estructura de poder en los tres niveles, seria una tontería. No votar, seria una estupidez mayúscula.
No es mi pretensión direccionar el voto opositor hacia un candidato en particular. Si lo es el llamar la atención sobre la necesidad de voto y de hacerlo según las propias convicciones.
La elección por el mal menor debería ser el 4 de noviembre, cuando entonces si, sólo estemos votando entre dos alternativas presidenciales. Pero para esto, debemos ignorar el mensaje del “triunfo asegurado” del oficialismo
El próximo domingo no es uno más. Es quizás el más importante del año. Y de los próximos cuatro. Aun cuando haya ballotage, la elección del 28 es crucial.
Vayamos a votar con nuestros hijos. Y hagámoslos como ellos se lo merecen. El domingo estaremos construyendo una parte importante de su futuro.
Buena elección.
Buenos Aires, Octubre 24, 2007.-
Publicado en Diario Rio Negro (Rio Negro y Neuquen) y DIARIO DE AMERICA (http://www.diariodeamerica.com/)
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