martes, 3 de julio de 2007

Sin propiedad no hay Justicia

Cuando John Locke emitió este juicio, pensaba a la propiedad en un sentido amplio, en el que englobaba los cuatro principios que nos permiten reconocernos como hombres libres: la propiedad en su sentido estricto, pero también a la libertad, la vida y el libre albedrío. Esto, que con nuestra visión de hombres y mujeres del siglo XXI damos como cosas dadas, en los hechos diarios, vemos como cada día que pasa estamos más cerca de perderlas.

Hace poco más de dos años, en un hotel céntrico, se presentaba en público una nueva alternativa a la política y a la dirigencia llamada “tradicional”. Aparecía así, de la mano del Dr. Ricardo López Murphy, RECREAR PARA EL CRECIMIENTO. Recrear, para los amigos. Apenas un año después, éramos más de tres millones de argentinos los que votábamos por el Dr. López Murphy. Esto demostró sin lugar a dudas, que existe una importante cantidad de argentinos, que apuesta a la forma racional y ética de hacer política. Que pretende un estado eficiente, como contralor de las actividades de los privados, bajo la Constitución Nacional y las leyes vigentes, con una marcada división de poderes y respeto por el Estado de Derecho. Donde el respeto de la propiedad ajena (en el sentido arriba mencionado), y la previsibilidad jurídica, sean la norma y que quien atente contra estos principios, según marca la ley, reciba el castigo que la misma prevé. Sin excepciones.

A fines del 2003, un grupo de vecinos, decidimos conformar un grupo de trabajo para apoyar y difundir las actividades y programas de RECREAR, en el ámbito de la Ciudad, pero especialmente, en la Comuna del CGP #12.. Para esa misma época, se lograba la cantidad de afiliaciones necesarias para comenzar la normalización del Distrito. Esto es, la posibilidad que los afiliados votaran a las autoridades que los conducirán por el espacio de dos años. El pasado 11 de Junio, las distintas corrientes internas logramos unificar la propuesta, de manera de evitar dilatar por más tiempo este proceso y poder así comenzar a trabajar con vista a los comicios legislativos que tendrán lugar el año próximo. Todos los que se han ido acercando, lo han hecho resignando un poco de “su” tiempo, pero buscando dar fuerza a esta alternativa, a través de un compromiso mayor por parte de todos los que en Abril de 2003, entendimos que el Dr. López Murphy era la única opción.

Lamentablemente, muchas veces hemos sido parte de esa mayoría que realizaba precisos diagnósticos de la realidad, pero que consideraba que había otros para “hacer” los cambios. Hoy eso ya no es posible. Si queremos que los cambios se formalicen, debemos comprometernos y entregar una fracción de nuestro tiempo, de nuestra inteligencia y de nuestro esfuerzo, para asegurar un futuro mejor.


Agosto de 2004.-

Publicado en Fundación ATLAS 1853 (www.atlas.org.ar)

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