Como consecuencia del calentamiento (no global, sino local), una discusión económica sectorial convertida en un debate político nacional, replantea todo el esquema de poder, real e institucional de la República.
Ya de por si es casi imposible de entender el porque esta escalada fue no sólo permitida, sino incentivada, salvo que entendamos a la lógica de confrontación del ex presidente. Contra todo modelo racional, el win-win no es aplicable. Sólo la “muerte” de alguno de los contendientes, marcará el fin de la discusión. Aun a riesgo del suicidio.
El tono apocalíptico previo a la sesión de ayer en el Senado, donde se escuchaba a algunas de las principales espadas del oficialismo tratar de “meter miedo” (¿a los propios?), aclarando que en caso de derrota podría existir la posibilidad de una renuncia de la presidente, ya mostraba que todo empezaba a ser diferente.
En realidad, la aclaración del ex presidente en “su” acto de la Plaza de los Dos Congresos, respecto de la aceptación de lo que sancionara el Senado y la posterior re aclaración del Jefe de Gabinete, mostraban que la alternativa de la derrota no era sólo teórica. Ellos sabían lo que habían ofrecido a cada indeciso y las repuestas que muchos de estos daban. Aunque eso no fuera público.
Tan difícil venia la negociación, que se empezaban a agigantar las figuras de muchos senadores a los cuales en los anteriores meses, ni siquiera les atendían el teléfono. Finalmente, Saadi aceptó la oferta. Rached prefirió extender su carrera política.
La mayoría de los discursos oficialistas se centraron en justificar la necesidad de un rígido alineamiento de los senadores del FpV hacia los Kirchner. El Senador Romero, fue muy claro. Las bancas del Senado son de las provincias, no de los partidos políticos.
Se intentó discutir una medida de política económica desde su legalidad. Pocos fueron al fondo del tema. Parecía más una discusión de juristas que de políticos. Eso es desesperación.
Julio Cleto Cobos, finalmente mató al agonizante proyecto, votando lo que todos sabían que iba a votar, aunque se desconocía si tendría la oportunidad de hacerlo. La historia de dio su revancha. Veremos que hace con ella.
El después del oficialismo
Existían dos alternativas. El oficialismo ganaba o perdía (Perogrullo). Y a diferencia de lo que algunos opinan, la dicotomía no era un desastre económico en el primer caso o uno político en el segundo.
En ambos casos es un desastre político. Pero distintos tipos de desastres. En el primer caso, implicaba un quiebre total de la institucionalidad. El Ejecutivo se impondría de manera determinante sobre el resto. Y el presidente, como cabeza de ese poder, quedaba a un paso de la autocracia. En el segundo caso, la crisis ya no es institucional, sino de este gobierno.
La crisis económica, esta y estará en ambos escenarios. Y una parte muy importante de su solución, dependerá de cómo se resuelva la crisis política.
Con el resultado de ayer, la institucionalidad tiene una oportunidad. Hay que trabajarla, pero allí está. El Congreso aun no se ha despabilado, pero se ha despertado y seguramente buscará recuperar parte de su protagonismo en lo que queda del año. Después de todo, en el 2009 hay elecciones parlamentarias y aquellos que quieran renovar no querrán tener que peregrinar nuevamente por Balcarce 50.
Pero la crisis de esta administración no puede ser ignorada. El gran perdedor es sin duda el ex presidente. Pero es a la vez, el marido de la actual presidente. Esto genera una traba adicional a la resolución del conflicto.
Aun estando en contra de la visión política y económica de este gobierno, deberemos entender que salvo que Cristina tenga previsto renunciar (no creo que sea siquiera una alternativa que haya considerado), deberá oxigenar su administración. Y deberá buscar compensar a sus acólitos (pagos) por la derrota de ayer. Moral y crematísticamente.
Pensar que la presidente habrá de implementar políticas de signo muy distinto al que lleva el oficialismo, es ingenuo. Es que en ese caso, ella ya no contaría con el apoyo del montenerismo setentista y nunca podría ganarse al resto de la sociedad.
En esta línea, supongo que deberíamos ver un cambio de gabinete, un aceleramiento en la toma de Aerolíneas Argentinas y otras empresas “estatizables”, algunas sentencias sobre militares en proceso, anuncios de obra pública (incluso repetidos) en provincias de gobernadores obedientes, aumentos a los jubilados y seguramente, una nueva negociación con la CGT. De esta forma, no sólo sacaría de la primera plana el resultado de ayer, sino que buscaría reforzar los lazos con los gobernadores, D´Elia, Moyano y demás sátrapas alquilados.
Todo esto profundizaría seriamente la crisis económica y seria necesaria una nueva confiscación de riqueza privada.
Y aun así, es poco probable que hiciera todo lo antes enunciado, ya que requeriría de los servicios del brigadier Antonietti, en caso de pretender sacar a algunos de los ministros que no son otra cosa que delegados de su marido. De Vido, Jaime, Moreno, Fernández (Carlos y Aníbal) son inmovibles, salvo que Néstor Kirchner decida “irse” de la política. A Calafate. Y el tercer Fernández, aunque es propia tropa, también debería dejar el cartel.
Parafraseando al creador del monstruo, está condenada al fracaso. Sólo cabe preguntarse hasta cuando llega.
El mañana de la oposición
La oposición no está mucho mejor. Ayer surgió de sus cenizas un potencial líder de aquella, quien sin embargo hoy está solo en el mundo.
Hasta ayer, el presidente de la UCR expresaba su alegría ante el eventual retorno del hijo prodigo. Hoy, ante el riesgo que Cobos capitalice su voto de ayer de manera significativa, el mismo Morales dijo que “Cobos está bien expulsado”.
Obviamente, el retorno del vicepresidente a la UCR no sólo pone nervioso a los principales dirigentes de esa agrupación, sino que de concretarse la reincorporación, podría ser una esponja con todos los dirigentes que en los últimos años se han escapado de ella, formando nuevos partidos.
Si esto sucediera, quizás pueda verse como se supera uno de las debilidades mayores de la oposición: su fragmentación.
Pero en política, nadie es gentil y Cobos deberá hacer mucho mas para poder avanzar en un proyecto consolidador. Y a medida que haga camino, los apoyos serán menores, justamente para evitar su entronización.
Pero además de Cobos y algunos otros referentes que pretenden liderar la ofensiva contra el gobierno desde hace ya unos años, el conflicto ha visto nacer a otros nuevos. Al menos, nuevos fuera de la política sectorial.
He aquí donde las bifurcaciones son muchas mas. Amontonados contra el intento confiscatorio oficial, hemos visto una gran cantidad de dirigentes que estaban dispuestos a poner el pecho. Pero si empezamos a ver quien es quien, no en vano no hay una sola entidad representativa del campo.
Es que la segmentación que esta diversidad de entidades refleja, es de lo más real. Federación Agraria (FAA) pretende un régimen de arrendamientos que atenta contra la propiedad de aquellos propietarios de superficies medianas o grandes (Carbap y SRA). O sea, el derecho de propiedad que tanto han defendido en esta parada, es relativizable. Incluso, históricamente, la FAA ha defendido una reforma agraria, siempre en campos de superficie mayor a la de sus asociados.
De Angelis, a quien no se le puede negar la valentía de lo actuado, no sólo ha participado de cortes por las retenciones, sino que ha liderado durante casi tres años, los cortes en Gualeguaychú. Limitando así derechos constitucionales de otros ciudadanos. Y con el beneplácito del ex presidente.
Estos son algunos de los factores por los cuales el gobierno siempre pensó que podía cooptarlos. Lo que pasa es que son progresistas, hasta que les tocan el bolsillo propio. Como todos los progres, sean del campo o de la ciudad.
Decíamos al comienzo, que el conflicto era una discusión económica sectorial. Y desde allí es fácil entender porque la Sociedad Rural, Carbap, FAA y Coninagro pudieron actuar de manera conjunta. E incluso dejando liderar a las entidades más progres, para que corran al gobierno nacional por izquierda.
Pero si pretendemos realmente creer que en un debate político nacional esto se repetirá, nos estaremos equivocando. Y mucho.
Conclusión
Mas allá de que lado esté cada uno, todos deberíamos prepararnos para tiempos duros pero sin que esto implique una renuncia presidencial. Creer que eso soluciona el problema es ver las cosas al revés.
Si como todos declamamos durante los últimos meses, lo que queremos desde la oposición es más república, lo primero que debemos defender son las instituciones. Y la presidencia es una de ellas, así como lo son la Constitución, el Congreso de la Nación y la Justicia.
Dentro del juego republicano y dadas las limitaciones políticas del actual gobierno, especialmente después de la votación de ayer, la situación económica tenderá a ser más difícil. Pero esta dificultad será directamente proporcional a cuan encerrada esté la presidente.
El ser humano, al igual que el resto de los animales, si se encuentra amenazado y sin posibilidad de escapar, tiende a ejecutar acciones extremas. Inclusive suicidas.
El éxodo desde el FpV será cada vez mayor. La creciente debilidad del gobierno, debería actuar como garantía de su imposibilidad de repetición en 2011. Pero el cambio no puede ocurrir antes. Aunque muchos empezarán a hablar sobre las necesidades de cambio, hay que entender que serán “sus” necesidades.
Y las discusiones que vengan, deberán producirse en los ámbitos naturales (el Congreso) y ya no en la calle. Ni en Balcarce 50.
Si logramos mantener el equilibrio hasta la fecha que corresponde, habrá sido un gran paso parar todos los argentinos.
Si como se dijo durante el día de hoy, se cambió la forma hacer política, que sea para bien y no sólo un cambio de políticos.
Buenos Aires, Julio 18, 2008.-
Ya de por si es casi imposible de entender el porque esta escalada fue no sólo permitida, sino incentivada, salvo que entendamos a la lógica de confrontación del ex presidente. Contra todo modelo racional, el win-win no es aplicable. Sólo la “muerte” de alguno de los contendientes, marcará el fin de la discusión. Aun a riesgo del suicidio.
El tono apocalíptico previo a la sesión de ayer en el Senado, donde se escuchaba a algunas de las principales espadas del oficialismo tratar de “meter miedo” (¿a los propios?), aclarando que en caso de derrota podría existir la posibilidad de una renuncia de la presidente, ya mostraba que todo empezaba a ser diferente.
En realidad, la aclaración del ex presidente en “su” acto de la Plaza de los Dos Congresos, respecto de la aceptación de lo que sancionara el Senado y la posterior re aclaración del Jefe de Gabinete, mostraban que la alternativa de la derrota no era sólo teórica. Ellos sabían lo que habían ofrecido a cada indeciso y las repuestas que muchos de estos daban. Aunque eso no fuera público.
Tan difícil venia la negociación, que se empezaban a agigantar las figuras de muchos senadores a los cuales en los anteriores meses, ni siquiera les atendían el teléfono. Finalmente, Saadi aceptó la oferta. Rached prefirió extender su carrera política.
La mayoría de los discursos oficialistas se centraron en justificar la necesidad de un rígido alineamiento de los senadores del FpV hacia los Kirchner. El Senador Romero, fue muy claro. Las bancas del Senado son de las provincias, no de los partidos políticos.
Se intentó discutir una medida de política económica desde su legalidad. Pocos fueron al fondo del tema. Parecía más una discusión de juristas que de políticos. Eso es desesperación.
Julio Cleto Cobos, finalmente mató al agonizante proyecto, votando lo que todos sabían que iba a votar, aunque se desconocía si tendría la oportunidad de hacerlo. La historia de dio su revancha. Veremos que hace con ella.
El después del oficialismo
Existían dos alternativas. El oficialismo ganaba o perdía (Perogrullo). Y a diferencia de lo que algunos opinan, la dicotomía no era un desastre económico en el primer caso o uno político en el segundo.
En ambos casos es un desastre político. Pero distintos tipos de desastres. En el primer caso, implicaba un quiebre total de la institucionalidad. El Ejecutivo se impondría de manera determinante sobre el resto. Y el presidente, como cabeza de ese poder, quedaba a un paso de la autocracia. En el segundo caso, la crisis ya no es institucional, sino de este gobierno.
La crisis económica, esta y estará en ambos escenarios. Y una parte muy importante de su solución, dependerá de cómo se resuelva la crisis política.
Con el resultado de ayer, la institucionalidad tiene una oportunidad. Hay que trabajarla, pero allí está. El Congreso aun no se ha despabilado, pero se ha despertado y seguramente buscará recuperar parte de su protagonismo en lo que queda del año. Después de todo, en el 2009 hay elecciones parlamentarias y aquellos que quieran renovar no querrán tener que peregrinar nuevamente por Balcarce 50.
Pero la crisis de esta administración no puede ser ignorada. El gran perdedor es sin duda el ex presidente. Pero es a la vez, el marido de la actual presidente. Esto genera una traba adicional a la resolución del conflicto.
Aun estando en contra de la visión política y económica de este gobierno, deberemos entender que salvo que Cristina tenga previsto renunciar (no creo que sea siquiera una alternativa que haya considerado), deberá oxigenar su administración. Y deberá buscar compensar a sus acólitos (pagos) por la derrota de ayer. Moral y crematísticamente.
Pensar que la presidente habrá de implementar políticas de signo muy distinto al que lleva el oficialismo, es ingenuo. Es que en ese caso, ella ya no contaría con el apoyo del montenerismo setentista y nunca podría ganarse al resto de la sociedad.
En esta línea, supongo que deberíamos ver un cambio de gabinete, un aceleramiento en la toma de Aerolíneas Argentinas y otras empresas “estatizables”, algunas sentencias sobre militares en proceso, anuncios de obra pública (incluso repetidos) en provincias de gobernadores obedientes, aumentos a los jubilados y seguramente, una nueva negociación con la CGT. De esta forma, no sólo sacaría de la primera plana el resultado de ayer, sino que buscaría reforzar los lazos con los gobernadores, D´Elia, Moyano y demás sátrapas alquilados.
Todo esto profundizaría seriamente la crisis económica y seria necesaria una nueva confiscación de riqueza privada.
Y aun así, es poco probable que hiciera todo lo antes enunciado, ya que requeriría de los servicios del brigadier Antonietti, en caso de pretender sacar a algunos de los ministros que no son otra cosa que delegados de su marido. De Vido, Jaime, Moreno, Fernández (Carlos y Aníbal) son inmovibles, salvo que Néstor Kirchner decida “irse” de la política. A Calafate. Y el tercer Fernández, aunque es propia tropa, también debería dejar el cartel.
Parafraseando al creador del monstruo, está condenada al fracaso. Sólo cabe preguntarse hasta cuando llega.
El mañana de la oposición
La oposición no está mucho mejor. Ayer surgió de sus cenizas un potencial líder de aquella, quien sin embargo hoy está solo en el mundo.
Hasta ayer, el presidente de la UCR expresaba su alegría ante el eventual retorno del hijo prodigo. Hoy, ante el riesgo que Cobos capitalice su voto de ayer de manera significativa, el mismo Morales dijo que “Cobos está bien expulsado”.
Obviamente, el retorno del vicepresidente a la UCR no sólo pone nervioso a los principales dirigentes de esa agrupación, sino que de concretarse la reincorporación, podría ser una esponja con todos los dirigentes que en los últimos años se han escapado de ella, formando nuevos partidos.
Si esto sucediera, quizás pueda verse como se supera uno de las debilidades mayores de la oposición: su fragmentación.
Pero en política, nadie es gentil y Cobos deberá hacer mucho mas para poder avanzar en un proyecto consolidador. Y a medida que haga camino, los apoyos serán menores, justamente para evitar su entronización.
Pero además de Cobos y algunos otros referentes que pretenden liderar la ofensiva contra el gobierno desde hace ya unos años, el conflicto ha visto nacer a otros nuevos. Al menos, nuevos fuera de la política sectorial.
He aquí donde las bifurcaciones son muchas mas. Amontonados contra el intento confiscatorio oficial, hemos visto una gran cantidad de dirigentes que estaban dispuestos a poner el pecho. Pero si empezamos a ver quien es quien, no en vano no hay una sola entidad representativa del campo.
Es que la segmentación que esta diversidad de entidades refleja, es de lo más real. Federación Agraria (FAA) pretende un régimen de arrendamientos que atenta contra la propiedad de aquellos propietarios de superficies medianas o grandes (Carbap y SRA). O sea, el derecho de propiedad que tanto han defendido en esta parada, es relativizable. Incluso, históricamente, la FAA ha defendido una reforma agraria, siempre en campos de superficie mayor a la de sus asociados.
De Angelis, a quien no se le puede negar la valentía de lo actuado, no sólo ha participado de cortes por las retenciones, sino que ha liderado durante casi tres años, los cortes en Gualeguaychú. Limitando así derechos constitucionales de otros ciudadanos. Y con el beneplácito del ex presidente.
Estos son algunos de los factores por los cuales el gobierno siempre pensó que podía cooptarlos. Lo que pasa es que son progresistas, hasta que les tocan el bolsillo propio. Como todos los progres, sean del campo o de la ciudad.
Decíamos al comienzo, que el conflicto era una discusión económica sectorial. Y desde allí es fácil entender porque la Sociedad Rural, Carbap, FAA y Coninagro pudieron actuar de manera conjunta. E incluso dejando liderar a las entidades más progres, para que corran al gobierno nacional por izquierda.
Pero si pretendemos realmente creer que en un debate político nacional esto se repetirá, nos estaremos equivocando. Y mucho.
Conclusión
Mas allá de que lado esté cada uno, todos deberíamos prepararnos para tiempos duros pero sin que esto implique una renuncia presidencial. Creer que eso soluciona el problema es ver las cosas al revés.
Si como todos declamamos durante los últimos meses, lo que queremos desde la oposición es más república, lo primero que debemos defender son las instituciones. Y la presidencia es una de ellas, así como lo son la Constitución, el Congreso de la Nación y la Justicia.
Dentro del juego republicano y dadas las limitaciones políticas del actual gobierno, especialmente después de la votación de ayer, la situación económica tenderá a ser más difícil. Pero esta dificultad será directamente proporcional a cuan encerrada esté la presidente.
El ser humano, al igual que el resto de los animales, si se encuentra amenazado y sin posibilidad de escapar, tiende a ejecutar acciones extremas. Inclusive suicidas.
El éxodo desde el FpV será cada vez mayor. La creciente debilidad del gobierno, debería actuar como garantía de su imposibilidad de repetición en 2011. Pero el cambio no puede ocurrir antes. Aunque muchos empezarán a hablar sobre las necesidades de cambio, hay que entender que serán “sus” necesidades.
Y las discusiones que vengan, deberán producirse en los ámbitos naturales (el Congreso) y ya no en la calle. Ni en Balcarce 50.
Si logramos mantener el equilibrio hasta la fecha que corresponde, habrá sido un gran paso parar todos los argentinos.
Si como se dijo durante el día de hoy, se cambió la forma hacer política, que sea para bien y no sólo un cambio de políticos.
Buenos Aires, Julio 18, 2008.-
Publicado en Fundacion Atlas (http://www.atlas.org.ar/articulos/autor.asp?Autor=Gustavo%20Küpfer), Fundación Futuro Argentino (http://www.futuroargentino.com.ar/contenidos_detalle.asp?id_seccion=35&id_novedad=493&volver_str=/contenidos.asp?id_seccion=35&volver_windowname=&volver_scrollValue=330,%200), Urgente 24 (http://www.urgente24.com/index.php?id=ver&tx_ttnews%5Btt_news%5D=104226&tx_ttnews%5BbackPid%5D=17&no_cache=1) y Diario Rio Negro (http://www.rionegro.com.ar/diario/2008/07/21/20087o21f02.php)
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