"Los señores de la timba financiera han pasado a la timba de los alimentos", afirmó en San Miguel de Tucumán, la presidenta Cristina de Kirchner, ante los mandatarios latinoamericanos que participaron de la cumbre regional, durante el pasado fin de semana.
Todos sabemos que esta expresión del lunfardo rioplatense, hace referencia al juego de azar. Juego en el que se apuesta algo para recibir mucho. Al menos desde la perspectiva de un jugador empedernido. El resto sabemos que la probabilidad de la recompensa siempre es menor que el riesgo de perder. El de perder el capital invertido y muchas veces, mas aun.
Pero el riesgo es un complemento inherente al intento de ganar. A diferencia de la timba, la idea es minimizar el riesgo de manera que sea menor que la oportunidad de ganar. Este concepto es la base del capitalismo y la esencia de la evolución humana. Si nadie hubiese arriesgado en los últimos 3.000 años, seguiríamos comiendo carne cruda y vistiendo pieles.
Pero hay un único ejemplo donde la timba realmente existe, además del casino. Un caso en el que el que arriesga si gana, se lleva la recompensa. Caso contrario, literalmente socializa la pérdida. La gestión pública.
Toma todo
El constante aumento del gasto público por encima de los ingresos, ha ido debilitando el resultado fiscal de manera crítica, haciendo necesario una cada vez mayor apropiación de la riqueza (propiedad) privada, por parte del Estado. En el primer semestre el gasto aumento en promedio un 27% más que los ingresos. 33% en Mayo.
Aun no se vieron los efectos de las menores (casi nulas) ventas del campo desde el inicio del conflicto, por lo que el impacto de las retenciones no percibidas se notará en las cuentas de los próximos meses. Y los mayores gastos por subsidios, especialmente como consecuencia del incesante aumento del petróleo, repercutirán de manera muy negativa en las cuentas fiscales.
Pero si de manera adicional, quitamos de los ingresos fiscales las utilidades giradas desde el BCRA, la situación empeora drásticamente. $950 millones fueron los girados en el mes de mayo. $2.400 millones en el 2008. Un 108% más que en todo el 2007.
Según los datos del Balance de Pagos del 1er trimestre (INDEC), se transfirieron al exterior U$S 1.463 millones por utilidades y dividendos durante ese periodo. Cifra record desde el cuarto trimestre del 2001. En tanto que la reinversión de utilidades, fue nula.
Cuando los representantes de las grandes empresas y las entidades correspondientes, hablan de inversiones, solo hablan. La Argentina no es destino de inversiones y los hechos lo demuestran. Y no porque no quieran ganar dinero. La alternativa a la rentabilidad son los subsidios o mercados cautivos.
De manera adicional, en los últimos tres meses se produjo una salida de capitales de u$s 8.000/ 9.000 millones. U$S 19.900 millones en los últimos 12 meses. Para poder tener una comparación, con la crisis del 2001 el total de los fondos que salieron apenas superaron los u$s 18.700 millones. De esta forma se logró alcanzar en el exterior un equivalente al 50% (u$s 144.310 millones) del PBI, en activos externos del sector privado no financiero.
Esto es consecuencia básicamente, a la falta de confianza en la economía en el mediano/ largo plazo y a la inexistencia de un marco jurídico confiable.
Ponen todos
En estos últimos días y ante la necesidad de resignar parte de los que se recaudaría por retenciones para lograr su aprobación, el gobierno comienza a analizar nuevos impuestos (o a reflotar viejos), de forma tal de poder asegurar la caja necesaria. No debemos olvidar que se acerca el 2009 y habrá que pagar una cara campaña política.
La semana pasada llegó al Congreso desde el Ejecutivo, un proyecto que da nueva vida al impuesto a las ganancias mínimas presuntas. Cuando los sujetos comprendidos no pagan por sus utilidades, las empresas que declaren utilidades inferiores al 3% o pérdidas, deberán abonar este tributo.
Para ponerlo en perspectiva, retenciones del orden del 40% son suficientes para lograr un superávit del 3% en 2008. De allí a entender el porque de la nula negociación que desde el Ejecutivo se impulsó durante el conflicto, es sencillo. Mientras se discutía en el Congreso, la soja siguió subiendo y por ende, una parte de las concesiones serán pagadas por este incremento del precio internacional. Y como estas vencen en el mes de octubre, los riesgos que varíen de manera negativa los precios, es baja.
No sólo el campo deberá participar de la fiesta recaudatoria. Los jubilados han perdido hasta un 36% de su capacidad de compra real, respecto del 2001. Cuando no estaban justamente en el cenit. Convengamos que es el sector con menor propensión a postergar consumos, por lo que las promesas a futuro, no les sirven de mucho.
Según un informe del IAEF, las provincias pasaran de un superávit de $2.000 millones en 2005, a un déficit de $3.000 millones este año. A esto ayuda de manera importante los aumentos salariales manejados desde el Ejecutivo Nacional y la transferencia de ingresos que significó el mayor peso relativo de las retenciones, dado que estas no se coparticipan. Pero bajan de manera importante la recaudación de Ganancias que si se distribuyen con los gobiernos provinciales. Menores ingresos y mayores gastos, tuvieron un único ganador. Y ganadora.
Los acreedores de la deuda pública denominada en pesos, que a diferencia de lo que dice el gobierno está en su mayoría en manos de argentinos (AFJP), han aportado en lo que va del año poco mas de $12.000 millones, gracias al dibujo del INDEC, subestimando la inflación. El doble de las retenciones. Pero esos fondos previsionales son las jubilaciones de mañana de una amplia franja de la población activa, que cree que a ellos no los han tocado, por estar en su mayoría en relación de dependencia. Mala noticia. También los están esquilmando.
Pero aquellos que no tienen la suerte de contar con un status laboral que les permita aportar a la AFJP, también aportan. La poca eficacia (o excesivo costo) de la burocracia estatal para mejorar la distribución del ingreso, no ha mejorado la situación de los más necesitados.
La mentira del Indec, no permite verificar el aumento de la cantidad de pobres e indigentes que se suman mensualmente, como consecuencia de los aumentos reales en los precios. Pero tampoco el nivel de distribución mejora aun cuando todo el resto de la población aporta ingentes sumas de dinero en concepto de confiscatorios impuestos. El índice de Gini muestra claramente que la variación en los niveles de distribución en los últimos tres años, casi no varían como consecuencia de la intervención del estado.
Mucho dinero ingresa en las arcas nacionales y poco le llega a la gente. En alguna parte, queda.
Consecuencias
La primera y mas importante es que la situación fiscal del próximo año, será cuando menos, muy complicada.
El área sembrada de trigo para la próxima campaña se reducirá entre un 17% y un 22%. Incluso más, por la sequía.
Según salga del Senado el proyecto de retenciones aprobado en Diputados, muchos de los pequeños productores (hoy sojeros) se diversificarán entre soja y girasol, de forma de poder acceder a la mayor cuota posible de reintegros, redundando así en una baja del área sembrada con el “yuyo”. Este es el cultivo que mayor ingreso le deja al estado (por precio y por el porcentaje que se exporta).
Sumemos que ahora los famosos pools de siembra se han convertido en el “enemigo del pueblo”, cuando esta figura financiera es la forma mas barata de lograr financiamiento para los productores, integrando inversionistas no productores y permitiéndole una renta a cambio de un riesgo que no existe en un plazo fijo y aumentando la eficiencia por la escala. Esta figura probablemente tienda a reducir su propio peso relativo en la producción de granos, dado el mayor castigo fiscal que sufrirán. No sólo no podrán recibir compensaciones, sino que incluso se habla de modificar la ley de fideicomiso.
Pero esto no es todo. Atento al aumento en dólares que han tenido en el último año fertilizantes, pesticidas, semillas modificadas, gasoil, etc., la capacidad de inversión se verá afectada y por ende la productividad será mucho menor, afectando así los rindes por hectárea.
De esta forma, la campaña 2008/ 2009 será en todos sus aspectos muy inferior a la 2006/2007 y sin contar con una eventual sequía como la que esta sufriendo el campo hoy. Esto implicará menores ingresos fiscales.
A esta primera consecuencia debemos agregar que como consecuencia del aumento del precio internacional del petróleo y sus derivados, los montos afectados a subsidios deberán incrementarse de manera importante. No sólo el precio sube, sino que el crédito internacional desaparece.
Sólo esta semana frente al puerto de Buenos Aires, ocho buques esperaban que se liberaran pagos por u$s 650 millones y así descargar el combustible de sus bodegas. Cash. A este paso, se prevé la importación de 3,2 millones de metros cúbicos. Unos u$s1.800 millones de dólares, si el rally alcista del petróleo no sigue.
El déficit para 2008 de Cammesa, la empresa que administra el sistema eléctrico nacional, será de $15.000 millones que deberán ser cancelados por la tesorería nacional. Cifra superior a lo abonado en el periodo 2004/ 2007. Fueron $12.000 millones para los cuatro años.
Una segunda consecuencia que deberemos considerar, es que el sistema financiero local comienza a comportarse como el internacional. El gobierno ha salido a buscar financiamiento y los bancos se han negado de manera sistemática. ¿Puede esto terminar en alguna nueva confiscación, tipo corralito o Plan Bonex? El tiempo lo dirá.
La tercera consecuencia es el enfriamiento no querido de la economía y por ende no previsto. El sector de la producción automotriz ya verificó una baja importante en el crecimiento de producción y exportación. Hace apenas seis meses existía una demora en la entrega de 0 Km de entre 30 y 45 días. Hoy, aun cuando se ha verificado una desaceleración en la producción, las demoras son cosas del pasado.
Los comercios han comenzado sus liquidaciones de fin de temporada, cuando aun esta casi no empezó, de forma de poder liquidar stocks. Y la industria del turismo, espera una de las peores temporadas para estas vacaciones de invierno.
En cuarto lugar, las tasas se han disparado. Es que si las tasas pasivas del sistema financiero no subían, no había forma de retener fondos en pesos. Y esto llevó las activas hasta la estratosfera.
Hoy sólo hay créditos contra garantía real y por primera vez en tres años, el stock de crédito ha disminuido.
Obviamente, los préstamos han caído de manera significativa. Casi un 1% en los primeros 20 días de junio. Las restricciones de crédito (por riesgo) y el aumento de las tasas está afectando especialmente a las PYMES, encareciéndoles y privándolas del capital de trabajo necesarios para el giro normal de sus operaciones.
Las tasas de los créditos a tasa variable también lo han hecho, generando importantes mayores costos a quienes son deudores. Afectando de manera muy importante a quienes tienen créditos hipotecarios, que verán reducido de manera significativa su poder de compra. Esto podría producir una crisis hipotecaria local, si las tasas se empinan demasiado. Naturalmente, las tarjetas de crédito han aumentado sus tasas de manera importante. Todo esto afectará de manera importante el consumo.
En quinto lugar, debemos comenzar a evaluar algunos temas globales. Por un lado mientras en la Argentina se busca la forma de aumentar los derechos de exportación (y no sólo del agro), Brasil implementará en el cortísimo plazo un plan de ayuda a los productores, de forma de aumentar su producción en granos y colocarse en una posición de jugador tipo AAA, en el mercado global.
Para esto, subsidiaran tasas de interés, fletes, fertilizantes y seguros. Y queda claro que se quedarán con los mercados hoy abastecidos por la Argentina. Mercados a los que nos será muy difícil volver. Por ser optimista.
De manera paralela, su política coherente de explotación y exploración de hidrocarburos, les está comenzando a reportar beneficios. De aquí al 2010/ 2012, Brasil será una productor de petróleo de primer nivel global.
De manera adicional, aun cuando nosotros tuvimos un dólar competitivo (peso barato) y Brasil en cambio dejó flotar su moneda, no sólo hemos tenido 61 meses de déficit comercial, sino que durante el primer semestre, el saldo negativo del comercio bilateral se incrementó en la friolera de 45%. Con un déficit histórico en junio 2008 de u$s 666 millones. Y si Brasil logra autoabastecerse de trigo, principal exportación argentina, deberemos acostumbrarnos al comercio bilateral en rojo.
Estas, entre otras cuestiones, colocan a Brasil no sólo como líder de la subregión, sino que deberemos acostumbrarnos por mucho tiempo a que en nuestra relación con el mundo, Brasil será parte.¿Cambiaremos o también nos caeremos de la región?
Finalmente, luego de haber logrado hacer lo contrario a la teoría y al sentido común, cambiando deuda barata (FMI) por deuda cara, verificamos según el último informe de ASAP, que al cierre del 2007 la deuda pública se incrementó en $39.702 millones.
De este monto, sólo $2.057 millones que corresponden al déficit del Tesoro. El resto corresponden a un aumento nominal de deuda en pesos por ajuste del CER, nueva deuda y capitalización de intereses no cancelados, que no figuran en las planillas fiscales, como si nunca debiéramos hacernos cargo de la cuenta.
Como vemos, debemos prepararnos para pagar, ya que el “timbeo” de la política, da todo pérdida. Y toda nuestra.
Buenos Aires, Julio 07, 2008.-
Todos sabemos que esta expresión del lunfardo rioplatense, hace referencia al juego de azar. Juego en el que se apuesta algo para recibir mucho. Al menos desde la perspectiva de un jugador empedernido. El resto sabemos que la probabilidad de la recompensa siempre es menor que el riesgo de perder. El de perder el capital invertido y muchas veces, mas aun.
Pero el riesgo es un complemento inherente al intento de ganar. A diferencia de la timba, la idea es minimizar el riesgo de manera que sea menor que la oportunidad de ganar. Este concepto es la base del capitalismo y la esencia de la evolución humana. Si nadie hubiese arriesgado en los últimos 3.000 años, seguiríamos comiendo carne cruda y vistiendo pieles.
Pero hay un único ejemplo donde la timba realmente existe, además del casino. Un caso en el que el que arriesga si gana, se lleva la recompensa. Caso contrario, literalmente socializa la pérdida. La gestión pública.
Toma todo
El constante aumento del gasto público por encima de los ingresos, ha ido debilitando el resultado fiscal de manera crítica, haciendo necesario una cada vez mayor apropiación de la riqueza (propiedad) privada, por parte del Estado. En el primer semestre el gasto aumento en promedio un 27% más que los ingresos. 33% en Mayo.
Aun no se vieron los efectos de las menores (casi nulas) ventas del campo desde el inicio del conflicto, por lo que el impacto de las retenciones no percibidas se notará en las cuentas de los próximos meses. Y los mayores gastos por subsidios, especialmente como consecuencia del incesante aumento del petróleo, repercutirán de manera muy negativa en las cuentas fiscales.
Pero si de manera adicional, quitamos de los ingresos fiscales las utilidades giradas desde el BCRA, la situación empeora drásticamente. $950 millones fueron los girados en el mes de mayo. $2.400 millones en el 2008. Un 108% más que en todo el 2007.
Según los datos del Balance de Pagos del 1er trimestre (INDEC), se transfirieron al exterior U$S 1.463 millones por utilidades y dividendos durante ese periodo. Cifra record desde el cuarto trimestre del 2001. En tanto que la reinversión de utilidades, fue nula.
Cuando los representantes de las grandes empresas y las entidades correspondientes, hablan de inversiones, solo hablan. La Argentina no es destino de inversiones y los hechos lo demuestran. Y no porque no quieran ganar dinero. La alternativa a la rentabilidad son los subsidios o mercados cautivos.
De manera adicional, en los últimos tres meses se produjo una salida de capitales de u$s 8.000/ 9.000 millones. U$S 19.900 millones en los últimos 12 meses. Para poder tener una comparación, con la crisis del 2001 el total de los fondos que salieron apenas superaron los u$s 18.700 millones. De esta forma se logró alcanzar en el exterior un equivalente al 50% (u$s 144.310 millones) del PBI, en activos externos del sector privado no financiero.
Esto es consecuencia básicamente, a la falta de confianza en la economía en el mediano/ largo plazo y a la inexistencia de un marco jurídico confiable.
Ponen todos
En estos últimos días y ante la necesidad de resignar parte de los que se recaudaría por retenciones para lograr su aprobación, el gobierno comienza a analizar nuevos impuestos (o a reflotar viejos), de forma tal de poder asegurar la caja necesaria. No debemos olvidar que se acerca el 2009 y habrá que pagar una cara campaña política.
La semana pasada llegó al Congreso desde el Ejecutivo, un proyecto que da nueva vida al impuesto a las ganancias mínimas presuntas. Cuando los sujetos comprendidos no pagan por sus utilidades, las empresas que declaren utilidades inferiores al 3% o pérdidas, deberán abonar este tributo.
Para ponerlo en perspectiva, retenciones del orden del 40% son suficientes para lograr un superávit del 3% en 2008. De allí a entender el porque de la nula negociación que desde el Ejecutivo se impulsó durante el conflicto, es sencillo. Mientras se discutía en el Congreso, la soja siguió subiendo y por ende, una parte de las concesiones serán pagadas por este incremento del precio internacional. Y como estas vencen en el mes de octubre, los riesgos que varíen de manera negativa los precios, es baja.
No sólo el campo deberá participar de la fiesta recaudatoria. Los jubilados han perdido hasta un 36% de su capacidad de compra real, respecto del 2001. Cuando no estaban justamente en el cenit. Convengamos que es el sector con menor propensión a postergar consumos, por lo que las promesas a futuro, no les sirven de mucho.
Según un informe del IAEF, las provincias pasaran de un superávit de $2.000 millones en 2005, a un déficit de $3.000 millones este año. A esto ayuda de manera importante los aumentos salariales manejados desde el Ejecutivo Nacional y la transferencia de ingresos que significó el mayor peso relativo de las retenciones, dado que estas no se coparticipan. Pero bajan de manera importante la recaudación de Ganancias que si se distribuyen con los gobiernos provinciales. Menores ingresos y mayores gastos, tuvieron un único ganador. Y ganadora.
Los acreedores de la deuda pública denominada en pesos, que a diferencia de lo que dice el gobierno está en su mayoría en manos de argentinos (AFJP), han aportado en lo que va del año poco mas de $12.000 millones, gracias al dibujo del INDEC, subestimando la inflación. El doble de las retenciones. Pero esos fondos previsionales son las jubilaciones de mañana de una amplia franja de la población activa, que cree que a ellos no los han tocado, por estar en su mayoría en relación de dependencia. Mala noticia. También los están esquilmando.
Pero aquellos que no tienen la suerte de contar con un status laboral que les permita aportar a la AFJP, también aportan. La poca eficacia (o excesivo costo) de la burocracia estatal para mejorar la distribución del ingreso, no ha mejorado la situación de los más necesitados.
La mentira del Indec, no permite verificar el aumento de la cantidad de pobres e indigentes que se suman mensualmente, como consecuencia de los aumentos reales en los precios. Pero tampoco el nivel de distribución mejora aun cuando todo el resto de la población aporta ingentes sumas de dinero en concepto de confiscatorios impuestos. El índice de Gini muestra claramente que la variación en los niveles de distribución en los últimos tres años, casi no varían como consecuencia de la intervención del estado.
Mucho dinero ingresa en las arcas nacionales y poco le llega a la gente. En alguna parte, queda.
Consecuencias
La primera y mas importante es que la situación fiscal del próximo año, será cuando menos, muy complicada.
El área sembrada de trigo para la próxima campaña se reducirá entre un 17% y un 22%. Incluso más, por la sequía.
Según salga del Senado el proyecto de retenciones aprobado en Diputados, muchos de los pequeños productores (hoy sojeros) se diversificarán entre soja y girasol, de forma de poder acceder a la mayor cuota posible de reintegros, redundando así en una baja del área sembrada con el “yuyo”. Este es el cultivo que mayor ingreso le deja al estado (por precio y por el porcentaje que se exporta).
Sumemos que ahora los famosos pools de siembra se han convertido en el “enemigo del pueblo”, cuando esta figura financiera es la forma mas barata de lograr financiamiento para los productores, integrando inversionistas no productores y permitiéndole una renta a cambio de un riesgo que no existe en un plazo fijo y aumentando la eficiencia por la escala. Esta figura probablemente tienda a reducir su propio peso relativo en la producción de granos, dado el mayor castigo fiscal que sufrirán. No sólo no podrán recibir compensaciones, sino que incluso se habla de modificar la ley de fideicomiso.
Pero esto no es todo. Atento al aumento en dólares que han tenido en el último año fertilizantes, pesticidas, semillas modificadas, gasoil, etc., la capacidad de inversión se verá afectada y por ende la productividad será mucho menor, afectando así los rindes por hectárea.
De esta forma, la campaña 2008/ 2009 será en todos sus aspectos muy inferior a la 2006/2007 y sin contar con una eventual sequía como la que esta sufriendo el campo hoy. Esto implicará menores ingresos fiscales.
A esta primera consecuencia debemos agregar que como consecuencia del aumento del precio internacional del petróleo y sus derivados, los montos afectados a subsidios deberán incrementarse de manera importante. No sólo el precio sube, sino que el crédito internacional desaparece.
Sólo esta semana frente al puerto de Buenos Aires, ocho buques esperaban que se liberaran pagos por u$s 650 millones y así descargar el combustible de sus bodegas. Cash. A este paso, se prevé la importación de 3,2 millones de metros cúbicos. Unos u$s1.800 millones de dólares, si el rally alcista del petróleo no sigue.
El déficit para 2008 de Cammesa, la empresa que administra el sistema eléctrico nacional, será de $15.000 millones que deberán ser cancelados por la tesorería nacional. Cifra superior a lo abonado en el periodo 2004/ 2007. Fueron $12.000 millones para los cuatro años.
Una segunda consecuencia que deberemos considerar, es que el sistema financiero local comienza a comportarse como el internacional. El gobierno ha salido a buscar financiamiento y los bancos se han negado de manera sistemática. ¿Puede esto terminar en alguna nueva confiscación, tipo corralito o Plan Bonex? El tiempo lo dirá.
La tercera consecuencia es el enfriamiento no querido de la economía y por ende no previsto. El sector de la producción automotriz ya verificó una baja importante en el crecimiento de producción y exportación. Hace apenas seis meses existía una demora en la entrega de 0 Km de entre 30 y 45 días. Hoy, aun cuando se ha verificado una desaceleración en la producción, las demoras son cosas del pasado.
Los comercios han comenzado sus liquidaciones de fin de temporada, cuando aun esta casi no empezó, de forma de poder liquidar stocks. Y la industria del turismo, espera una de las peores temporadas para estas vacaciones de invierno.
En cuarto lugar, las tasas se han disparado. Es que si las tasas pasivas del sistema financiero no subían, no había forma de retener fondos en pesos. Y esto llevó las activas hasta la estratosfera.
Hoy sólo hay créditos contra garantía real y por primera vez en tres años, el stock de crédito ha disminuido.
Obviamente, los préstamos han caído de manera significativa. Casi un 1% en los primeros 20 días de junio. Las restricciones de crédito (por riesgo) y el aumento de las tasas está afectando especialmente a las PYMES, encareciéndoles y privándolas del capital de trabajo necesarios para el giro normal de sus operaciones.
Las tasas de los créditos a tasa variable también lo han hecho, generando importantes mayores costos a quienes son deudores. Afectando de manera muy importante a quienes tienen créditos hipotecarios, que verán reducido de manera significativa su poder de compra. Esto podría producir una crisis hipotecaria local, si las tasas se empinan demasiado. Naturalmente, las tarjetas de crédito han aumentado sus tasas de manera importante. Todo esto afectará de manera importante el consumo.
En quinto lugar, debemos comenzar a evaluar algunos temas globales. Por un lado mientras en la Argentina se busca la forma de aumentar los derechos de exportación (y no sólo del agro), Brasil implementará en el cortísimo plazo un plan de ayuda a los productores, de forma de aumentar su producción en granos y colocarse en una posición de jugador tipo AAA, en el mercado global.
Para esto, subsidiaran tasas de interés, fletes, fertilizantes y seguros. Y queda claro que se quedarán con los mercados hoy abastecidos por la Argentina. Mercados a los que nos será muy difícil volver. Por ser optimista.
De manera paralela, su política coherente de explotación y exploración de hidrocarburos, les está comenzando a reportar beneficios. De aquí al 2010/ 2012, Brasil será una productor de petróleo de primer nivel global.
De manera adicional, aun cuando nosotros tuvimos un dólar competitivo (peso barato) y Brasil en cambio dejó flotar su moneda, no sólo hemos tenido 61 meses de déficit comercial, sino que durante el primer semestre, el saldo negativo del comercio bilateral se incrementó en la friolera de 45%. Con un déficit histórico en junio 2008 de u$s 666 millones. Y si Brasil logra autoabastecerse de trigo, principal exportación argentina, deberemos acostumbrarnos al comercio bilateral en rojo.
Estas, entre otras cuestiones, colocan a Brasil no sólo como líder de la subregión, sino que deberemos acostumbrarnos por mucho tiempo a que en nuestra relación con el mundo, Brasil será parte.¿Cambiaremos o también nos caeremos de la región?
Finalmente, luego de haber logrado hacer lo contrario a la teoría y al sentido común, cambiando deuda barata (FMI) por deuda cara, verificamos según el último informe de ASAP, que al cierre del 2007 la deuda pública se incrementó en $39.702 millones.
De este monto, sólo $2.057 millones que corresponden al déficit del Tesoro. El resto corresponden a un aumento nominal de deuda en pesos por ajuste del CER, nueva deuda y capitalización de intereses no cancelados, que no figuran en las planillas fiscales, como si nunca debiéramos hacernos cargo de la cuenta.
Como vemos, debemos prepararnos para pagar, ya que el “timbeo” de la política, da todo pérdida. Y toda nuestra.
Buenos Aires, Julio 07, 2008.-
Publicado en Fundación Atlas (www.atlas.org.ar/articulos/autor.asp?Autor=Gustavo%20Küpfer), Informe Uruguay (http://www.uruguayinforme.com/news/11072008/11072008_gustavo_kupfer.php) y NotiAR (www.notiar.com.ar) .
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